jueves, 14 de junio de 2012

Para tener en cuenta

Las recientes sentencias a cadena perpetua para los añosos ex presidentes Hosni Mubarak y Ben Ali que estuvieron gobernando Egipto y Túnez, respectivamente, es una clarinada de alerta para todos los gobernantes que pretendan usar el poder en forma autoritaria y dejando de lado los derechos humanos de sus poblaciones. Tanto en Egipto como en Túnez, sus ciudadanos salieron en el 2011, ha manifestar masivamente, pidiendo la destitución de estos políticos, que estaban usufructuando el poder por decenas de años. Su prolongada permanencia en la cúspide del poder, gobernando con mano de hierro y desinformando a sus pueblos les permitió amasar ingentes fortunas, provenientes de acciones corruptas y que no solo beneficiaron a estas personas sino también a sus íntimos allegados. Tanto los egipcios como los tunecinos, generaron movimientos sociales conocidos como “la primavera árabe”, que se ha extendido a muchos países de esa región. También, las redes sociales tales como el Twitter y Face book, que usan el Internet, han jugado un gran rol, para aglutinar y desarrollar a los grupos de manifestantes. La desinformación de los medios tradicionales, han sido neutralizados efectivamente por estas redes sociales. Es decir que la comunicación electrónica, tiene ahora mayor confiabilidad que otro tipo de medios, por ser mas objetiva y no obedece a estrategias políticas interesadas en mantener el antiguo orden de cosas. Pero, la inercia de esta forma de gobernar, todavía subsiste en estos países. En Egipto, la cúpula militar que ha trabajado con Mubarak, es la que esta en el poder y tienen claras intenciones de poner en la presidencia a un candidato de su confianza. Además, todo el aparato burocrático de los poderes en estos estados y sus funcionarios no han sido removidos de sus puestos y al parecer tienen la clásica resistencia al cambio que puede ser motivada por intereses personales y de grupo o por evitarse mayores problemas de aprendizaje en esta nueva etapa que les toca vivir. Esto es claramente demostrado en las recientes elecciones egipcias, donde el ex primer ministro, que gobernó con Mubarak, ha quedado en segundo lugar a expensas de un candidato carismático y muy popular por su trayectoria honesta e intelectual. El pueblo egipcio ha salido nuevamente a manifestar su disconformidad con este resultado electoral. La junta militar gobernante, no puede detener la batahola popular, pero con su criterio de disciplina, trata de hacer prevalecer los resultados de estas elecciones, que son muy cuestionadas por la población egipcia. Pero la sentencia a cadena perpetua de Hosni Mubarak, hace que los militares vigentes en el poder, pienses dos veces, antes de masacrar a su pueblo, pues mas temprano que tarde, seguirían la misma dirección de su ex jefe ahora en prisión. Con la rapidez que se difunden las noticias muchas de ellas en tiempo real, todos los habitantes de nuestro planeta, estamos al dia de lo que sucede en Egipto y Túnez, países musulmanes, pero cuyos poderes judiciales han actuado con la rigurosidad que los casos de genocidio ameritan. No han que olvidar que los muertos en ambos países, producto de las manifestaciones citadas, se cuentas por centenares, lo que constituye un verdadero delito de lesa humanidad. La democracia exige dialogo, respeto y mucho tino para manejar todo tipo de conflictos sociales. Todos los actos que producen malestar social y manifestaciones, son de conocimiento mundial y por más que los medios tradicionales quieran desvirtuar estos hechos, son incapaces de contrarrestar a las redes sociales vigentes actualmente. Por Manuel J. Villanueva Consultor

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