La madrugada del pasado 31 de Octubre, en algún lugar del mundo, que podría haber sido Trujillo, Celendín o Harbin en China, nació el bebe 7000 millones. Esta impresionante cifra que representa la población mundial, ha sido celebrada en casi todos los países del mundo y en las instituciones internacionales, como la ONU, donde su secretario general Ban Ki-moon, ha urgido a los gobiernos del mundo a invertir mucho en investigación y desarrollo, para elevar la productividad de la tierra agrícola a fin de dar seguridad alimentaria a todo la población de la Tierra. Además, Ban Ki-moon, ha llamado a la reflexión mundial, para que se adopten con mucha seriedad y respetando los derechos humanos a propiciar políticas de población, a fin de reducir el crecimiento poblacional. Según muchos demógrafos, la sobrepoblación, sigue siendo uno de los mayores retos al desarrollo social y económico. En este siglo XXI, el inventario mundial de tierras aptas para la agricultura, ha llegado a su límite y esto se agrava por los efectos del cambio climático producido por el hombre, que se traducen en frecuentes sequias, agotamiento del agua dulce y erosión en todo el globo. El crecimiento de la población mundial ha sido impresionante, pues en el año 1804, había en nuestro planeta 1000 millones de personas, luego después de un siglo fuimos 2000 millones y desde esta cifra la población se multiplico en menos tiempo, pues en 1959, éramos 3000 millones, luego 4000 millones en 1974, 5000 millones en 1987, 6000 millones en l997 y en solo 14 años, es decir en este año, llegamos a los 7000 millones de habitantes. Teniendo en cuenta estas cifras y las restricciones actuales para producir alimentos, que aseguren el suministro a todos los habitantes del planeta, se está cumpliendo la predicción del economista británico del siglo XIX, Thomas Robert Malthus, quien aseguro, que la población mundial crece en progresión geométrica y la producción de alimentos lo hace en progresión aritmética. Esta desproporción o brecha entre el crecimiento poblacional y la provisión alimentaria, ocasionaría grandes calamidades mundiales, tales como la hambruna, las epidemias y la violencia social. En la segundo mitad del siglo XX, muchos expertos en demografía, aseguraban que Malthus, se había equivocado, pues suponían, que la seguridad alimentaria mundial estaba asegurada. La idea del crecimiento constante del PBI, daba una sensación de seguridad, pero actualmente se sabe que este crecimiento tiene sus limitaciones, que están relacionadas con los temas del medio ambiente y la crisis financiera mundial. Por eso el reto actual es ver la posibilidad de alimentar a 7000 millones de habitantes. Los países tales como China e India, que son los más poblados, tienen políticas muy serias para limitar el crecimiento de sus poblaciones. En China, desde hace 30 años, los hogares citadinos, solo pueden tener l hijo y en la India, también están implementando políticas de población, con la finalidad de reducir el índice de crecimiento poblacional. A pesar de todos estos esfuerzos, la India superara en población a China, en los próximos 10 años y se convertirá en el país con mayor población en el mundo. En nuestro país, también se tiene que implementar políticas poblacionales, bien pensadas para reducir el índice de crecimiento. Para esto se requiere de un esfuerzo en concientizar a la población a través de la educación y elevando su nivel de vida. También se requiere, incrementar la productividad alimentaria, desarrollar infraestructura rural, para dar acceso a los campesinos a los mercados, respetar nuestra biodiversidad y mejorar los sistemas de almacenamiento y distribución de alimentos, aprovechando nuestro legado histórico pre hispánico.
Por Manuel J. Villanueva
Ingeniero Electrónico
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