jueves, 17 de noviembre de 2011

Ingeniería, política y economía

Todas las obras tangibles realizadas por el hombre, tales como carreteras, irrigaciones, muelles, hidroeléctricas, proyectos mineros, urbanísticos, telecomunicaciones y demás, son hechas por los ingenieros. Pero la visión ingenieril, la mayoría de las veces, se ve opacada, por las presiones políticas y económicas, que distorsionan, las creaciones ingenieriles. Ejemplos de estos despropósitos, suman muchos, en nuestro país. Por ejemplo, la construcción del rompeolas en Salaverry, usando rocas de un cerro natural inmediato a las obras, han ocasionado, la pérdida de arenas en las antes hermosas playas de Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco. El cerro, que era un para choque natural contra los vientos fue acortado visiblemente, para lo cual se utilizaron cargas explosivas y un considerable movimiento de rocas. Además, el rompeolas, ha provocado que las corrientes marinas cercanas a la costa varíen, con las consecuencias negativas, antes mencionadas y que todos podemos apreciar. Otro ejemplo de la presión política y económica sobre las obras de ingeniería, es el proyecto de Chavimochic. Esta irrigación, ha provocado, que el clima de Trujillo cambie. Ahora nuestra ciudad, ya dejo de ser la “Ciudad de la eterna primavera”. Tenemos un clima húmedo, frio y con frecuentes lloviznas. Este cambio climático, provoca o auspicia una serie de enfermedades bronquiales, alérgicas entre nuestra población. En este siglo, donde se debe cambiar la visión política y económica, para salvarnos todos de las amenazas reales del cambio climático, todavía nuestras autoridades políticas y el gremio empresarial tienen la fijación de explotar nuestros recursos naturales y hacer obras de infraestructura, sin considerar prioritario el parámetro ecológico. Esta ceguera, que muchas veces es interesada, por la visión cortoplacista, que solo tiene en cuenta la rentabilidad de los proyectos a expensas del medio ambiente, debe cambiar. Si extrapolamos estas decisiones que son erradas, al campo financiero mundial, donde Europa y los Estados Unidos, están entrampados y sin una solución efectiva a corto plazo, veremos, que esto se ha debido a la ambición desmedida y la codicia de los grandes banqueros y hombres de negocios. Esto ha provocado una ola de protestas contra los banqueros, a nivel mundial. El movimiento de los indignados, cuya epitome se da en Nueva York y otras ciudades norteamericanas y europeas, al grito de “Somos del 99% y que paguen los culpables de la crisis financiera que son los mas ricos”, debe ser un llamado de atención en nuestro país, cuando se quiere desarrollar proyectos mineros e hidroeléctricas, que van a afectar a los ecosistemas de esos lugares. Todos los estudios de impacto ambiental tienen que ser replanteados, para considerar en forma justa, el daño ecológico. Es que la tecnología per se no es la solución para evitar este daño. Todavía , la ciencia no ha podido desarrollar tecnologías, que eviten el deterioro ambiental. Por ejemplo en la minería, donde se explotan actualmente pórfidos de oro, plata o cobre, la obtención de pequeñas cantidades de estos metales, se hace con movimientos de millones de toneladas de roca, que son depositadas en otras áreas, formando “cerros” de desmonte. Es decir para obtener unas decenas de toneladas de oro, se tiene que remover millones de toneladas de rocas. La explotación minera, usa explosivos en gran cantidad, grandes camiones para transportar este material, reactivos y otros productos nocivos para el medio ambiente. Igual sucederá con las 14 hidroeléctricas que se piensa construir en la amazonia. Estas obras provocaran un verdadero desastre ecológico y humano, en una región, que es una de las maravillas de la naturaleza, que debemos preservar porque son reservas de agua dulce y por su gran biodiversidad.
Por Manuel J. Villanueva
Ingeniero Electrónico Colegiado

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