viernes, 11 de noviembre de 2011

Hacia el planeta rojo

A más de 50 años, desde que empezó la conquista del espacio por el hombre, la idea de conquistar Marte, ha sido una constante, entre todos los países, tales como Estados Unidos, Rusia y China, que tienen la posibilidad científica, tecnológica y económica, para efectuar tal hazaña. También, la idea marciana, ha estado presente en muchos escritores de ciencia ficción, tales como Thomas H. Huxley y H.G. Wells. Es Wells, que en su libro titulado “La guerra de los mundos”, narra la historia de la invasión de la tierra por marcianos, que tenían una avanzada tecnología, superior a lo que había desarrollado el hombre. Producto de esta tecnología, los supuestos marcianos, habían desarrollado el rayo de la muerte, que como su nombre lo indica, había asolado a los terrícolas, a sus armas y todas sus creaciones mundanas. Cabe anotar que el famoso actor y director de cine norteamericano, George Orson Welles, causo un verdadero pánico entre sus radio oyentes, allá por los últimos años de la década de los 30 en los Estados Unidos. Este actor, hizo tan real su transmisión novelesca, basada en la Guerra de los mundos, que muchos creyeron en la inminencia de una invasión marciana. Pero todo esto es parte de la historia novelística, sin mayor sustento científico. Ahora, entrando en el tiempo que horada el presente siglo XXI, la misión a Marte, parece muy cercana. Es que se tiene la tecnología espacial de vuelos, que es posible pensar que dentro de 40 años, el hombre haga un viaje hacia Marte. Pero todavía existen una serie de retos por resolver, en el probable vuelo a nuestro vecino dentro del sistema solar. Por ejemplo, todavía no se resuelve el problema que represente la mortífera radiación espacial. Sin embargo, acaba de culminar un viaje simulado hacia Marte, que ha sido realizado en un centro de investigación espacial de Rusia. En este escenario, se han construido módulos, sin ventanas, para que los marenautas, tengan la sensación que están en pleno vuelo, que los conduciría a Marte. En estos módulos, han “viajado”, por 520 días, 6 hombres de ciencia: 3 rusos, l francés, l ítalo-colombiano y un chino. Estos intrépidos héroes del espacio, hay podido sobrevivir al hacinamiento y al encierro voluntario, que ha sido monitoreado permanentemente por científicos desde el exterior a los módulos. El comandante de la misión fue el ruso Alex Sitev, que cuando salió, declaro: “el tiempo se paro, no biológicamente, pero si socialmente”. Aunque su rostro cansado, reflejaba la felicidad del deber cumplido. Para el marenauta italo-colombiano, Ítalo Urbina, su tiempo lo paso entre los múltiples experimentos científicos realizados y también leyendo novelas, como el Amor en los Tiempos de Colera, de su renombrado paisano Gabriel Garcia Marques. Con esta disciplina este personaje, supero la claustrofobia que produce el encierro. El francés Romain Charles, dedico sus ratos libres, tocando su guitarra eléctrica, que alivio la ansiedad del largo enclaustramiento. El chino, Wang Yue, opto por la caligrafía y a enseñar el mandarín a sus compañeros de misión. Para el ruso Alexandr Smoleevski, este reto, fue superado gracias a su preparación militar, que le doto de una disciplina férrea, para superar cualquier tipo de confinamiento. El médico de la tripulación fue el ruso Sujrob Kamolov, quien destaco la convivencia entre personas de diferente cultura, que se comunicaban usando una mezcla de ruso e ingles, que han dado en llamar rusgles. Ahora los 6 marenautas, están siendo sometidos a una serie de chequeos médicos, para determinar su estado de salud mental y corporal. Es que estar casi año y medio, recluidos en un ambiente hacinado, es una verdadera prueba de fuego, para cualquier ser humano, por más entereza de ánimo que posea. Toda esta información tanto del vuelo simulado a Marte como las verificaciones posteriores, servirán de fuente valiosa, para emprender la travesía real hacia nuestro vecino dentro del sistema solar.
Por Manuel J. Villanueva

No hay comentarios: