domingo, 12 de septiembre de 2010

Nuestra experiencia ancestral en la Economía

Dentro de la vorágine de cambios en la economía, donde la masificación de la oferta de productos y servicios, es permanente, el consumidor prácticamente ya se encuentra saturado de esta abanico gigantesco de oportunidades. Por eso, se esta tratando de cambar cualitativamente el giro de la oferta mundial, para que el consumidor se sienta realmente motivado a comprar y disfrutar de los bienes que le ofrece el mercado. Esta realidad mundial, se puede muy bien aprovechar a través de nuestra gran variedad de productos que podemos ofrecer, provenientes de nuestra gran biodiversidad. Esta oportunidad, se ve acrecentada, por la demanda mundial de productos agrícolas orgánicos. Es decir productos que hayan sido cultivados usando abonos y fertilizantes de procedencia orgánica y no productos químicos industriales. También tenemos la suerte de contar con un sector campesino agrario, que en nuestra serranías cultivan y conservan una serie de especies vegetales, que son la herencia cultural, de nuestros antepasados incas y pre incas. A pesar de que han pasado casi 5 siglos de la irrupción depredadora de los conquistadores españoles, todavía quedan, por suerte, muchas costumbre conservacionistas que provienen de esa época. En esos tiempos, nuestros antepasados oriundos, supieron armonizar y querer a su medio ambiente. Tuvieron la suficiente inteligencia para cultivar, conservar y diversificar las variedades vegetales tales como el maíz, la papa, el olluco, la oca, la quinua, la kiwicha, la mashua y el control de las poblaciones de guanacos, llamas, alpacas y vicuñas. Estos hermosos animales, abundaban en todas las regiones de nuestro suelo. Se podían ver vicuñas y guanacos, por ejemplo, a las orillas del mar. Las tierras de cultivo, sobre todo en las serranías eran abonadas con el guano que existían en las diferentes islas de nuestra costa. El uso de este poderoso fertilizante natural, era muy bien dosificado, para garantizar su uso en el tiempo. Es que nuestro país, es un país eminentemente agrícola, a pesar de los cantos de sirena, que quieren distorsionar esta realidad. Por eso en estos tiempos donde la demanda mundial, es creciente por obtener productos orgánicos, debemos saber aprovecharlo. Una serie de estudiosos sobre este tema, creen que en este sector agrario orgánico, está el futuro de la oferta alimentaria mundial. El Perú, tiene todas las características naturales, `porque en nuestro territorio se ubican casi todos los pisos ecológicos y tiene una gran biodiversidad, para ser el gran abastecedor mundial de productos orgánicos. Es decir que nuestras múltiples variedades de papas, maíz, quinua, kiwicha, etc., nos dan una ventaja competitiva de primer orden con respecto a otras naciones. Por eso es necesario y perentorio conservar nuestros pisos ecológicos, para saberlos aprovechar con criterio natural y en armonía con el medio ambiente. Según los economistas, el dilema que se nos plantea, es o persistir en ser un país exportador de minerales que contaminan el medio ambiente y no son renovables o nos decidimos por la alternativa de ser un país netamente agrícola de productos cultivados en forma orgánica y que son sustentables en el tiempo, tal como lo demuestra nuestra experiencia ancestral. Esta posibilidad es el fundamento de nuestra gran revolución gastronómica, que es muy apreciada internacionalmente, por su gran sabor y exquisitez. Es decir la cocina peruana se encuentra en estos momentos a la altura de las famosas cocinas china y francesa.
Por Manuel J. Villanueva
Ingeniero

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