Atracción fatal

Las compañías que brindan servicios de telefonía, AFPs, Bancos, diferentes tipos de Seguros y Pólizas, tienen un esquema de marketing, que configura a todas luces un señuelo engañoso para los potenciales usuarios. Los paquetes y promociones de estas empresas de servicios públicos, empiezan con ofrecer las bondades de sus servicios, a precios realmente atractivos, para los potenciales usuarios. Luego, pasado un tiempo y teniendo a miles de clientes enganchados con estas tarifas económicas, hacen abuso de su poder de información y repentinamente suben en forma escandalosa las tarifas por los mismos servicios aduciendo que es con el fin de mejorar los mismos. Esto realmente configura un abuso, pues se trata de servicios públicos, que deberían ser regulados y controlados al milímetro por los entes reguladores. Sin embargo esta dolosa forma de hacer promociones, sigue en curso y los directivos y los “creativos”, de estas empresas de servicios, están siempre pensando en hacer otras promociones engañosas pero atractivas para esquilmar a los diferentes usuarios. Es que, lamentablemente, las citadas empresas, recurren al impacto psicológico y a la promoción masiva a través de los medios de comunicación, en especial la televisión, para vender sus productos. Pero detrás de estas campañas, se esconde la verdadera intención que no es servir eficientemente a los usuarios sino mas bien en buscar mayores beneficios a costa de los que acceden a los diferentes servicios ofertados, tanto en telefonía, bancos y diferentes tipos de seguros. La falta de control efectivo por parte de los entes reguladores, hace que se produzcan estas alarmantes distorsiones en los precios de los servicios. Es que, cuando no hay una regulación vigente, todos los agentes de servicios, se van a sentir tentados a maximizar sus ganancias y poner estos intereses empresariales, delante de su responsabilidad social que es dar un buen servicio a todos los usuarios, pero a precios económicamente adecuados. El espejo de la crisis económica mundial, que ya lleva un año dejando secuelas de gran incertidumbre en todo el mundo, nos debe servir de referencia, para que las empresas de servicios no abusen del mercado peruano. La tendencia de estos servicios, debe ser a la baja y cada día deberían costar menos y no al revés como sucede hasta la fecha. En este mercado de servicios, la poca competencia entre las empresas, hace que estas se manejen como un oligopolio. Por eso, si no existen las condiciones de abrir el mercado a mas empresas de servicios de todo tipo, es justo que el estado a través de sus órganos de regulación, ejerzan la fiscalización efectiva en beneficio de los usuarios, que conforman el lado más débil dentro de este entorno. Esperamos que una mejor atención en los servicios pero con tarifas que cada día disminuyan.
Por Manuel J. Villanueva