martes, 21 de marzo de 2017

Momentos de furia inédita de la Naturaleza

Nunca el país y casi todo el mundo han experimentado eventos climáticos tan intensos y desastrosos, como los de ahora. Si nos remontamos al fenómeno del Niño que ocurrió en el verano de 1998, como base de comparación con lo que sucede hoy, concluiremos que a pesar de lo duro que fue el fenómeno del Niño, de 1998, su intensidad, frecuencia y persistencia es mucho menor que el actual fenómeno meteorológico, denominado el Niño costero. En Trujillo, Lima, Piura, Tumbes y Chiclayo, los huaycos, lluvias torrenciales y sus efectos secundarios son peores e inéditos a cualquier otro cambio meteorológico registrado en nuestro país. Esta visión empírica es corroborada por la Organización Meteorológica Mundial ( OMM ), que acaba de anunciar sobre los cambios meteorológicos intensos ocurridos entre los años 2016 y el vigente, son realmente inéditos, por su frecuencia, duración e intensidad, desde que se tiene registros de estos eventos climáticos. Lo que sucede ahora, con el clima y el medio ambiente, ha pulverizado todos los records y tiende a aumentar mucho más en el corto plazo. Es que estos desastres no son naturales sino que suceden por el calentamiento global provocado por el ser humano, debido a sus múltiples actividades industriales y recreacionales. Ahora hay grandes desprendimientos de hielo en los casquetes polares, que provocan el aumento del nivel de los océanos, como por ejemplo, el desprendimiento de una enorme mole de hielo, con dimensiones más grandes que el área de toda Lima, en la Antártica. Esta enorme masa de hielo aumentara el nivel de los océanos de todo el planeta. El deshielo masivo en los polos es un episodio anormal y producido por el calentamiento global y solo toca paliar sus graves consecuencias sobre muchas poblaciones costeras e isleñas. También se ha registrado aumentos de la temperatura, como la ola de calor, que estamos experimentando actualmente y es posible que el promedio del aumento de la temperatura a escala mundial sea de 1.1 grados, lo que es muy peligroso para la sobrevivencia de millones de seres humanos que viven cerca de los océanos. Otro evento provocado por el hombre es el aumento del dióxido de carbono, debido a las actividades industriales y al uso masivo de vehículos de transporte. No es poca cosa lo que sucede en las regiones del norte del país y en Lima. La cuota de fallecidos por causa de estos eventos climáticos es de 75 personas fallecidas y otros desaparecidos, perdida de casas, enseres y ahorros de los más necesitados, amén de destrucción de cosechas, carreteras, puentes y desabastecimiento de agua potable y víveres en casi todas estas regiones. Es algo que nos debe impulsar a meditar sobre las causas de este anómalo evento. Creemos que la causa es el calentamiento global provocado por el modelo económico neoliberal, que incentiva la avaricia, el logro fácil de ganancias a costa de nuestra Naturaleza. Además la gran polución ambiental que soportamos los que vivimos en las ciudades, especialmente Lima, Trujillo o Piura, incrementan este cambio climático. Está muy bien, que haya mucha solidaridad no solo de nosotros mismos sino de países amigos, que envían toneladas de donaciones para distribuirlos entre los más afectados. Pero también debería haber una gran solidaridad y toma de conciencia nacional e internacional para exigir el cambio del modelo económico neoliberal que nos tiene sumidos a todos, ricos, clase media y pobres, en una gran angustia y muchas veces inermes ante las fuertes lluvia, los constantes huaycos como nunca antes visto. Esto es tangible y doloroso, porque todos lo sufrimos. Por eso resulta condenable que haya personas, especialmente políticos que nieguen que este en proceso este calentamiento global. Esta negación es provocadora y falaz, porque atenta contra la verdad y las evidencias empíricas y teóricas sobre este tema. Según estos expertos, la Tierra se volverá un planeta completamente desconocido, como si volviéramos a fojas cero, por estos eventos anómalos. Lo más preocupante es que seguiremos soportando más lluvias, huaycos, olas de calor y paradójicamente sequias enormes en todo el Planeta. Las sequias pueden producir grandes hambrunas porque ponen en peligro la seguridad alimenticia de millones de seres humanos, incluidos dentro de este espectro a nuestra población. Esta grave realidad nos debe impulsar a tomar conciencia sobre estos eventos, que están por encima de todos los esfuerzos que se hagan para paliarlos. Sin embargo, se puede reducir su impacto, poniendo en práctica un nuevo modelo económico, que sea amigable con el medio ambiente. Pero esta decisión es eminentemente política, por lo que, también es necesario el concurso de todas las personas y grupos comprometidos con la protección del medio ambiente, la vida, la salud y bienestar de todas las personas. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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