La contaminación ambiental mata

Son frecuentes las noticias mundiales con respecto a las centenares de miles de muertes producidas, por causa de la contaminación ambiental. Se calcula que este año, podrían morir a causas de esta verdadera plaga unas 10 millones de personas, en todo el mundo. Nos referimos solo a la contaminación de las grandes ciudades de más de 100 mil habitantes, que sufren los estragos como consecuencia del aire viciado que sus habitantes respiramos diariamente porque este vital fluido, esta mezclado con altos porcentajes, de anhídrido carbónico, azufre y otras partículas dañinas. Es decir, también nuestra ciudad, Trujillo, que es una ciudad que tiene casi un millón de habitantes, está inmersa dentro de las urbes que sufren mortandad por la contaminación del aire. Lamentablemente no existen estadísticas que puedan cuantificar cuántas vidas humanas desaparecen por la contaminación ambiental en nuestro medio. Pero deben ser cientos o miles de personas que mueren anualmente a causa de la contaminación ambiental. Una de las razones principales que provoca la contaminación del aire que respiramos, es el parque automotor, que crece diariamente, sin ningún tipo de control. Estos cientos de miles de unidades que ruedan por nuestra ciudad, son los principales causantes de la emisión de gases letales como los ya enunciados. Buses, autos, triciclos, motocicletas hacen una población que contamina a Trujillo, además del gran ruido que provocan y que también atenta contra nuestra tranquilidad y nuestros tímpanos. También las fábricas de cualquier tipo, contaminan el ambiente, porque los gases producidos en estas factorías, inundan los aires de las ciudades impunemente. Otro factor importante de contaminación, es el mercurio que es utilizado criminalmente en nuestra Amazonia, para extraer oro principalmente. Esta ola de mercurio, ya tiene en jaque a múltiples etnias, que sufren estragos en su salud por esta causa. El azogue utilizado en este proceso, envenena ríos, lagunas y lagos de nuestra selva. Por esta razón, la gran mayoría de sus habitantes sufren muchas enfermedades mortales, que atacan principalmente a niños y ancianos, por causa del envenenamiento de las aguas. En otras latitudes, el uso excesivo del carbón de piedra, para producir preferentemente energía, como es al caso de China, Estados Unidos, Australia y otros países industrializados, es el principal agente de la contaminación del aire que se respira en sus áreas de influencia. Tanto Beijing como ciudad de México, por citar solo dos grandes urbes, son las que sufren terribles trastornos ocasionados por los gases tóxicos que respiran sus poblaciones. Por esta razón, los días en estas urbes, que antes eran claros y soleados por estar su ambiente límpido, ahora discurren, como días grises y nublados. Así mismo, sus poblaciones tienen que usar mascaras para poder filtrar el aire que respiran y así frenar o mitigar, los múltiples enfermedades que afectan principalmente a los sistemas respiratorios, coronarios y óseos. Esta crisis ambiental hace que la vida en casi todas las ciudades medianas y grandes, se torne difícil para el ser humano y hasta letal en muchos casos. Es decir vivimos o sobrevivimos, con una espada de Damocles, sobre nuestras cabezas, por causa de este anómalo fenómeno provocado por nosotros mismos. Además es condenable que muchas grandes, empresas que contaminan el aire, las aguas y las tierras de cultivo, utilicen sus grandes medios económicos, para desconocer la contaminación ambiental. Para alcanzar este protervo objetivo, utilizan sumas millonarias, para hacer lobby, crear colectivos interesados en desmentir la contaminación, desinformar y pagar a muchos especialistas en el medio ambiente, pero venales, para que desconozcan la tremenda herida mortal, que causa la contaminación ambiental en grandes poblaciones de seres humanos. Pero poco a poco, la verdad se abre paso, porque son millones las personas, que sufren las terribles consecuencias de esta agresión que significa tener aire irrespirable y agua envenenada. Como esta de por medio la vida de millones de seres humanos en todo el planeta, incluidos nuestros habitantes, es el momento adecuado para exigir que se hagan todos los esfuerzos para frenar este genocidio. Muchos especialistas en enfermedades provocadas por la contaminación ambiental, creen que la creciente mortandad que provoca puede ser considerada como una verdadera pandemia, que crecerá mucho más con el paso de los meses y los años. Esta pandemia medioambiental supera con creces a otras pandemias provocadas por virus, bacterias o microbios. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com