Por un educación de calidad

La mejora de la calidad de la educación de la niñez y juvenil, debería ser una preocupación constante de nuestros gobiernos, pero no es así. Los recursos que se invierten en Educación son magros en comparación con los de otros países, que tienen buenos niveles educativos. En América Latina, salvo Cuba, casi todos los países que la conforman, tienen un nivel mediocre de educación, en los niveles de la niñez y juveniles. Sin embargo los organismos multilaterales como el Banco Mundial, el BID y el FMI, están preocupados por la realidad educativa de nuestro subcontinente. Es que la única forma de alcanzar sobresalientes niveles de desarrollo es a través de la puesta en marcha de un sistema educativo que garantice una educación de calidad. Ejemplo de este salto cualitativo en el desarrollo económico, son Corea, Finlandia, Singapur, entre otros países del mundo. Estos países hace 60 años, eran pobres sobretodo los países asiáticos como Corea. En este país, su PBI del año 1953 era muy inferior al nuestro. Corea no tiene muchos recursos naturales pero si una gran población. Sus sucesivos gobiernos desde ese entonces apostaron por crear un sistema educativo de gran nivel. Se creó en este país, una verdadera cultura educativa, teniendo como ejes principales a maestros bien preparados y adecuadamente remunerados, padres de familia comprometidos con la educación de sus hijos y funcionarios gubernamentales con vocación de una mejora continua de su sistema educativo. Los resultados están a la vista. Corea, ahora, es un país, rico, industrializado y con altos niveles de vida. El sistema educativo, para que sea de calidad, tiene que estar en manos del estado. No se puede delegar esta importante tarea a manos privadas, por lo menos en nuestro país, salvo excepciones. Es que los llamados promotores de una entidad educativa de nivel universitario, solo les interesan el retorno de la inversión hecha en una de estas instituciones dejando en segundo plano el nivel educativo de sus educandos y también penalizando las remuneraciones de sus planas docentes. Otra gran debilidad es que la gran mayoría de universidades privadas, no son rigurosas al momento de admitir un ingresante. Solo se tiene en cuenta la solvencia económica para cancelar su cuota de ingreso y luego sus pensiones mensuales. En otros países, pero además, en nuestras universidades públicas, es obligatorio pasar un examen de admisión, para ser admitidos en cualquier especialidad profesional. La selección de ingresantes mediante un examen de admisión, es importante porque es el primer tamiz que pasan los alumnos para luego tener en sus años de preparación profesional la exigencia académica, que los iguale a sus pares de otros centros universitarios mundiales. Pero lo más grave, es que la gran mayoría de universidades privadas, no cuentan con verdaderos laboratorios de investigación ni centros de estudios de alto rendimiento. Esta falta de laboratorios impide la creación de nuevos conocimientos en las diferentes especialidades universitarias, pero preferentemente en el área de ingeniería, ecología, medicina y ramas afines. Vivimos en un mundo interconectado gracias a la ciencia y tecnología, siendo la culminación de esto el Internet. . Esta gran infraestructura debería servir a todos los estudiantes a mejorar sus conocimientos. La información que existe al alcance de todos, debe ser la materia prima para generar otros conocimientos y no solo para aprender lo que se encuentra en esta nube. Lamentablemente muchos estudiantes ni siquiera leen lo que copian ni se interesan en analizar sus contenidos. Es decir pierden su tiempo sin ningún freno académico. Sin embargo la calidad de la educación, es la única forma de salir del subdesarrollo mental y material. Según muchos expertos en este tema, nuestra situación es crítica, porque la falta de un buen sistema educativo, demoran o postergan los avances sociales y económicos de todos nuestros países. Para poder erradicar la extrema pobreza en forma sustancial, es necesario crear más puestos de trabajo pero en actividades intensivas en el conocimiento. Esto quiere decir que debemos dejar en al pasado nuestro modelo extractivita por otro más sofisticado que tenga como piedra fundamental la creación de valor a través de la aplicación de la ciencia y la tecnología. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com