jueves, 14 de mayo de 2015

El desenlace de Tía María

Desde hace casi dos meses los pueblos de Cocachacra, Islay, Mollendo en Arequipa, mantienen un paro oponiéndose a la ejecución del proyecto cuprífero Tía María, a cargo de la empresa extranjera Southern PCC, con una inversión de 1200 millones de dólares. Esta agitación social obedece a que la gran mayoría de pobladores se opone a la construcción de este proyecto porque malograría sus cultivos, deterioraría su forma de vida y contaminaría el agua, los suelos agrícolas y el oxigeno. Pero, porque se ha llegado a esta situación que dura tanto tiempo. Quizás una respuesta seria porque el gobierno no ha sabido negociar en forma imparcial la llamada licencia social con los habitantes afectados. Las famosas mesas de diálogos donde han intervenido 4 ministros de estado, además de las autoridades de Arequipa y los dirigentes de los pobladores que se oponen a este proyecto, no han dado ningún resultado. Es que no ha existido una verdadera negociación sino más bien una imposición de parte del gobierno para que los campesinos acepten sin ninguna objeción la consecución de este proyecto minero. Es decir no ha existido un verdadero espíritu negociador sino que los ministros han actuado como si fueran representantes de la empresa minera. Esta posición parcializada ha sido rechazada no solo por los pobladores de Arequipa sino por una gran mayoría de la población del país. Además, el gobierno ha reprimido a la población con la intervención de la policía nacional. Esto ha generado una serie de actos de violencia donde han muerto dos civiles y un policía. Ahora el gobierno ha enviado a las FFAA a patrullar la zona para evitar la toma de carreteras y puentes con la finalidad de asegurar el tránsito vehicular de toda clase. Como la protesta es cada día mas aguda, la empresa Southern, ha tratado de coimear a un dirigente que se opone a este proyecto minero. Según el abogado intermediario, que hizo pública esta noticia, la empresa minera ofrecía un millón y medio de dólares (lentejas), para los dirigentes con el fin de terminar el paro y aceptar el proyecto minero. Este escándalo sirvió para crucificar al dirigente minero. Todos los medios, ministros, la gobernadora de Arequipa han criticado ácidamente al dirigente como si el solo fuera el autor de este posible acto de corrupción. Pero siendo objetivos tan culpable es el dirigente coimeado, como la Southern, coimera y el abogado intermediario. Si este hecho se hubiera dado en los EEUU, la justicia de este país, habría cancelado la licencia de funcionamiento de la Southern y metido presos a sus altos ejecutivos, junto con el dirigente traidor y el abogado intermediario. Esta forma de ocultar la responsabilidad de la empresa minera es muy elocuente porque demuestra que el gobierno no actúa como un verdadero arbitro entre los pobladores y la empresa minera. Además el mismo presidente y la actual presidente del congreso, fueron en sus épocas de candidatos fervientes defensores de la no realización del proyecto Tía María, a pesar que ahora lo niegan. Pero las evidencias son abrumadoras sobre su cambio radical en este tema. Esto también crea desconfianza en toda la población que puede ser afectada con la ejecución del malhadado proyecto. Lo más sensato sería suspender la ejecución de este proyecto, para reiniciar una verdadera negociación sin ningún tipo de imposición. Muchos especialistas y políticos creen que con la situación convulsa en Arequipa, no se puede imponer el proyecto. Pero ha quedado claro que la empresa minera extranjera, tiene malas prácticas empresariales que están más cercanas al ámbito delincuencial que al empresarial. Una verdadera empresa debe practicar una cultura de honestidad y transparencia a toda prueba. Solo así se ganara el respeto de la colectividad donde opera. Por eso es muy criticable que los organismos que representan a la minería hagan oídos sordos o asuman la política del avestruz y no amonesten públicamente a esta empresa minera. No solo de grandes inversiones se vive sino también de conductas honestas y transparentes. De otra forma podríamos cultivar una cultura corrupta que afectaría a toda la sociedad peruana, lo cual se debe evitar. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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