miércoles, 31 de diciembre de 2014

Ovnis y la CIA

La Agencia Central de Inteligencia norteamericana mundialmente conocida por sus siglas en ingles: CIA, dentro de sus atribuciones de espionaje, recolecta información de los gobiernos extranjeros, de las grandes corporaciones de negocios y de las personalidades que tienen que ver con los intereses norteamericanos. También se dedican a realizar operaciones encubiertas, que están relacionadas con maniobras desestabilizadoras, en los rubros económico, político y social como por ejemplo deshacerse de presidentes incómodos tal fue el caso de Salvador Allende de Chile en 1973. Pero una de las muy grandes empresas ha sido realizar las más grandes operaciones de desinformación a nivel mundial, que involucra a millones de personas en todo el mundo. Entre estas sin lugar a dudas es la gran bola sobre los platillos voladores. Apelando a la ingenuidad y también a la ignorancia de mucha gente sobre los fenómenos celestes, la CIA, hizo creer a medio mundo allá por la década de los 50 del siglo pasado, que los objetos luminosos y otros objetos brillantes que surcaban el firmamento eran de procedencia extraterrestre. Este tipo de noticias era muy frecuente en esos tiempos y los medios le daban una gran cobertura, que reforzaba la creencia de la existencia de los platillos voladores, ahora llamados OVNIs. Incluso se formaron numerosos grupos a nivel mundial con el único objetivo de hacer contacto con los tripulantes de estas fantásticas naves. Hasta qué punto los grandes medios dieron esta cobertura a sabiendas que era una maniobra de distracción sin sustento alguno, es decir difundían mentiras lo cual compromete su credibilidad. Pero la verdad se sabrá más temprano que tarde cuando los estudiosos hagan las respectivas evaluaciones de la misión de estos órganos periodísticos de todo tipo. Esta tendencia se concreta actualmente en las llamadas bolas o psicosociales, que son mentiras bien disfrazadas con la finalidad de distraer la atención de la mayor cantidad de la opinión pública. Todo este andamiaje apela a la credulidad y ligereza de la mayoría de la gente que sin hacer un análisis de una situación anormal lo da por cierto. Eso pasa con los famosos Ovnis, porque no hay ninguna versión sobre estos avistamientos que sean científicamente comprobados. Solo caen en el terreno de las conjeturas y la especulación. Según un reciente informe de la CIA, esta agencia, se atribuye la mayor parte de los sospechosos objetos voladores, avistados desde ese entonces. Sin embargo de acuerdo a esta agencia de inteligencia, solo eran las luces de los aviones espías norteamericanos U-2, que volaban a más de 20 mil metros de altitud. Este rango de vuelo está por encima del límite que puede alcanzar otro tipo de aviones que solo llegan a una altitud de 10 mil metros. Los U-2, prácticamente no se pueden detectar por el ruido que emiten, debido a su altura de vuelo pero los destellos silencioso de sus reflectores, hacían creer que eran los famosos platillos voladores. Esta creencia era apuntalada con una serie de obras de ciencia ficción de esta época, que sugerían la existencia de vida en Marte. Es decir la mayoría de platillos voladores se creía que provenían de una civilización científica y tecnología más adelantada que la nuestra ubicada en el planeta rojo. Uno de los libros de ciencia ficción muy impactantes fue la Guerra de los Mundos, del escritor ingles H.G. Wells, que narraba la invasión de los marcianos hacia nuestro planeta que venían a conquistar la Tierra, en discos o platillos voladores. La supuesta superioridad marciana no dejabas dejaba inermes y en el límite de la rendición total. Por esa época esta obra fue teatralizada y propalada a través de la radio, por el actor norteamericano Orson Welles. El impacto entre los oyentes norteamericanos provoco un gran pánico a tal punto que muchos radioyentes, huyeron de las ciudades a refugiarse en el campo ante la inminente invasión marciana. Luego fue llevada al cine, con igual exito. Todos estos hechos fueron muy bien evaluados por la CIA, para que a fines de la década de los 40 del siglo pasado, justo en el inicio de la guerra fría, se iniciara la observación en casi todos los cielos del mundo de objetos luminosos, a veces en formación de varios supuestos platillos voladores, también llamados objetos voladores no identificados (OVNI). Todos los medios de ese entonces le dieron una gran cobertura a las noticias sobre apariciones de estos extraños objetos, que por su gran velocidad, silenciosos y tamaño, eran superiores a los diferentes tipos de aviones o helicópteros existentes. La falta de información científica de la gran mayoría de personas, daba pie para que se creyera que estos objetos pertenecían a civilizaciones extraterrestres con una tecnología muy superior a la nuestra. Esto provoco que muchas personas salieran a declaran que habían visto estos platos voladores con características inequívocas que pertenecían a una civilización extraterrestre con un desarrollo muy superior a la nuestra. Los extraterrestres, eran descritos como seres muy inteligentes, de cuerpo y cabeza alargada y con una piel escamada. Pero todas estas declaraciones eran hechas por ciudadanos que no tenían mayor conocimiento científico ni meteorológico, como para justificar a la luz de la ciencia sus observaciones. Es muy elocuente que ningún científico de renombre haya hecho alguna declaración sobre estas apariciones celestiales. Esto no quiere decir que se niegue la existencia de vida inteligente extraterrestre. Pero hasta la fecha no hay una certeza científica que lo confirme. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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