lunes, 3 de noviembre de 2014

La política como negocio

Según muchos politólogos nuestra sociedad es muy disfuncional y esta es una de las principales razones, para que los llamados políticos, puedan tener una percepción de que hacer política, es invertir mucho dinero como en cualquier negocio, para luego de conseguir la victoria electoral, sacar toda su inversión, pero con un gran margen de utilidades. Es decir el quehacer político, se ha convertido en algo que puede comprarse como si fuera un bien o articulo de una gran tienda de abastos. Se ha extrapolado a la política las reglas que se usan para hacer negocios privados. Pero la política bien entendida es una actividad que tiene que ver con el manejo adecuado de los recursos públicos en bien de todos los ciudadanos. Lamentablemente esto no se da en nuestra sociedad. Muchos toman el quehacer político, para satisfacer su ego, como si fuera el último peldaño de su “exitosa” carrera de vida. Para hacer este tipo de política se requiere tener mucho dinero, que es la condición necesaria y suficiente para tener presencia en los medios y formar una cohorte de personas que fungen de asesores y consejeros del pseudo líder. No interesa mucho su capacidad intelectual o moral. Los títulos universitarios tan venido a menos se pueden obtener sin el requisito de estudiar a conciencia. Hay muchos políticos con el grado de doctores o ingenieros, pero el origen de este nivel universitario que dicen poseer, no es tan cristalino. Por ejemplo para optar el grado académico de doctor, se requiere, de los doctorandos, estudios serios que contribuyan a crear conocimientos. Que sepamos ningún político con ese nivel universitario ha hecho estudios en profundidad, que hayan sido publicados en revistas especialidades de cualquier rama del saber humano. Ahora, si observamos los procesos electorales, recientes, especialmente en aquellos que se tienen que elegir al presidente de la república y los congresistas, notaremos que la campaña electoral esta preñada de mentiras, calumnias y acusaciones de todo tipo entre los rivales de turno, solo para desprestigiar al adversario peligroso. A este empeño contribuyen los medios de comunicación, que muchas veces hipotecan sus páginas o espacios televisivo, radial o a través de Internet, para levantar o fulminar a los candidatos, el liza. Esta forma de campañas plagadas de guerra sucia, es debido a una gran ausencia de liderazgo entre los llamados políticos. Para destruir a un rival, solo se requiere invertir mucho dinero en los medios o tener personas que se encarguen de soltar una serie de “bolas” contra la honorabilidad del contrincante. Es decir hay una falta total de transparencia. No hay ideas ni programas serios de cómo sacar al país de la crisis endémica que vive. En estos tiempos de calentamiento global producido por el ser humano, nadie hace una reflexión política de las medidas que se deben tomar para evitar una catástrofe ambiental. Solo se refieren al buen momento económico que vivimos. Pero la base de todo desarrollo descansa en ver los temas sociales, ecológicos y económicos en forma equivalente. Pero faltan, verdaderos líderes para transformar esta realidad en beneficio de toda la sociedad y el medio ambiente. Los verdaderos líderes, aprovechan todo tipo de oportunidades para realizar cambios fundamentales, en la sociedad en que viven. Son visionarios, piensan en el largo plazo, son efectivos, democráticos, honestos, honrados y siempre predican con el ejemplo. Un caso notorio, en la política internacional es el todavía presidente de Uruguay, José Mujica, que ha realizado cambios fundamentales en su país, demostrando que la política, se contradice con aprovechamiento egoísta de los recursos del estado para una persona o grupo de personas que están en el poder. Por estos pagos, nuestros políticos, que ya necesitan un recambio generacional, porque tienen décadas en esta arena, no han hecho nada sustancial para transformar realmente nuestro país. Al contrario, tienen una secuela de actos deshonestos que los desacreditan ante la opinión pública. A pesar del dicho “roba pero hace obra” , que es un síntoma de la anomia que hay en nuestro medio, la sociedad está cansada de los llamados políticos tradicionales y de los otros, que a pesar de no tener muchos años en este quehacer, copian los métodos y las formas tradicionales de captar adherentes. Por falta de visión de estos políticos, no existen partidos políticos con ideología y programas de gobierno que los amparen. Por eso salen a la palestra, muchos “outsiders” que con sus criticas y ofertas muchas de ellas irrealizables, captan la adhesión de miles de ciudadanos y muchas veces logran el triunfo electoral para llegar a la presidencia de la república. Sin embargo su improvisación y la falta de preparación, los obliga a juntarse con muchas personas que no solo adolecen de preparación sino que también están cuestionadas judicialmente. Muchas de estas personas acceden al congreso de la república, y en el transcurso de sus actividades congresales sale a la luz su incapacidad técnica y moral. Es decir esta realidad, confirma que muchas personas con dinero hacen este tipo de política para beneficiarse directamente con el dinero del estado o haciendo lobbys, a favor de sus negocios o empresas. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog. www.majevic.blogspot.com

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