miércoles, 26 de noviembre de 2014

El punto débil del cerebro

El cerebro, el mayor enigma de la Naturaleza, ha inquietado e incentivado el afán de investigación de los científicos y sabios desde la antigüedad. Por esta condición, los especialistas en Cibernética, llaman al cerebro, “la caja negra”, es decir que de este órgano casi desconocido solo se conocen la información de entrada y las salidas o respuestas que produce. Desde la antigüedad generaciones de científicos como Pitágoras, Hipócrates, Aristóteles y Platón, han estudiado el cerebro. Estos sabios consideraban que la psiquis estaba conformada por tres almas. Sin embargo en el siglo XVI el científico francés René Descartes, hizo importantes aportes a la Psicología y dio la idea que ha sido el fundamento de las investigaciones posteriores. Su famosa frase “pienso luego existo” encierra una gran verdad, porque relaciona la función de pensar que se hace en el cerebro con nuestra propia existencia. Sin embargo a fines del siglo XX, por el poco conocimiento del cerebro, la Biblioteca del Congreso y el Instituto de Salud Mental, de los Estados Unidos, decidió, llamar a la última década de siglo XX, como la “Década del Cerebro”. Esta forma de enfocar el estudio y conocimiento del cerebro se asemejaba a la década de la conquista del espacio, de los años 60 que cumplió su objetivo de llevar al primer hombre a la Luna, mediante la misión Apolo liderada por el norteamericano Neil Armstrong. Esta hazaña represento un salto gigantesco en el proceso de conquistar los cuerpos celestes cercanos a nuestro planeta. Quizás, este logro científico y tecnológico, motivo a los norteamericanos a tener diez años enfocados en la investigación del cerebro humano. Pero los logros alcanzados han sido muy limitados, porque este órgano fundamental, es demasiado complejo. Según varios neurocientificos, el cerebro humano es la ultima frontera del conocimiento, un verdadero desafío para la ciencia actual. Porque comprender las bases biológicas de la conciencia y los procesos mentales por medio de los cuales percibimos, actuamos, aprendemos y recordamos es realmente muy compleja y fuera de los grandes avances sobre el estudio del cerebro. A pesar de muchos logros, como los realizados por John O’Keefe, May-Britt Moser y Edward Moser, que son pioneros en la investigación de los mecanismos cerebrales y por sus descubrimientos de las células que forman el sistema de posicionamiento espacial de nuestro cerebro es poco lo que se avanza en este tema. Estos trabajos les permitieron a los tres investigadores mencionados ganar el Premio Nobel de Medicina y Fisiología de este año. Ahora un equipo de investigación médica del Reino Unido, han identificado un llamado punto débil en el cerebro, que aumenta las posibilidades de muchas personas para contraer las enfermedades de Alzheimer o esquizofrenia. La curación de esta enfermedad era pronosticada como algo real en este siglo pero todavía no se puede asegurar este aserto realizado el pasado siglo por muchos científicos. Los primeros médicos llamaron a la esquizofrenia, “demencia precoz” pero no había evidencias tangibles que las mismas partes del cerebro podrían estar asociadas a dos enfermedades diferentes. Por ahora es difícil predecir que personas podrían desarrollar cualquiera de estas enfermedades, porque hace falta mucha mas investigación, sobre este fascinante hallazgo, para poder diagnosticar con antelación que personas están en riesgo de contraer estas graves enfermedades mentales. Para llegar al descubrimiento de este mencionado punto débil, se llevo a cabo un estudio con imágenes de resonancia magnética en casi 500 voluntarios sanos comprendidos entre las edades de 8 a 85 años. Esto les permitió a los investigadores examinar la forma natural en la que cambia el cerebro con la edad. Porque esta región cerebral, donde se encuentra el mencionado punto débil, coordina la información procedente de los diferentes sentidos, como la vista y el sonido. A pesar de lo poco que se conoce del cerebro, existen una serie de fármacos que pueden mitigar muchas enfermedades mentales como las mencionadas y también la depresión y el mal de Parkinson. En el HRD de Trujillo, trabaja un eficiente equipo de médicos psiquiatras, integrados por los doctores Conchita Asenjo, Ray Plasencia, Karla Portilla y Milagros Jara, que con mucha dedicación, profesionalismo y empatía, luchan diariamente para aliviar este tipo de dolencias que sufren miles de trujillanos y de otras ciudades del país. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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