jueves, 2 de febrero de 2012

Agua muerta

Ya son constantes los accidentes provocados por el hombre, que afectan sensiblemente a las fuentes de agua. El más reciente y sonado es el naufragio del barco Costa Concordia, cerca de las costas italianas. Este accidente, puede ocasionar daños irreparables en esta área, si el combustible alojado en sus depósitos, se derrama en este bello mar. Es decir que toda la fauna y flora de esta zona, desaparecería, tal como ha sucedido en otros lugares de la tierra. También, en nuestro territorio, suceden una serie de ocurrencias, sobre todo en las aéreas donde se explotan recursos mineros, petrolíferos y gasíferos. Por estos eventos, muchos ríos de nuestra selva, costa y sierra, están contaminados y los daños son casi irremediables. En nuestra región, el rio Moche, es prácticamente un rio de aguas muertas, porque en su curso se derraman una serie de relaves mineros altamente tóxicos, desechos industriales y basura de todo tipo. En este siglo, donde el agua, se ha convertido en un recurso estratégico, nuestras autoridades, no tienen en cuenta, la urgencia de proteger este recurso. Al contrario, muchos ministros, encargados de carteras, que tienen que ver con la explotación de recursos naturales, no renovables, creen que el abastecimiento de agua, se puede solucionar fácilmente, construyendo represas, que almacenen el agua de los ríos o provenientes de las lluvias. Estas obras de infraestructura, por más que sean hechas con altos estándares ingenieriles, solo represarían agua, prácticamente muerta, pues en estos espejos de agua, solo vivirían especies exógenas y no tendrían el mismo legado natural que ofrecen las lagunas. El asunto del agua natural, no es solo la cantidad de este líquido que puede tener una zona o región, sino que este recurso, cuando es natural, tiene implicancias con la biodiversidad. Recientes estudios científicos hechos por especialistas de los Estados Unidos, Perú y Bolivia, han confirmado que nuestros países, alojan una rica y única fauna y flora en las regiones alto andino y amazónico. Pero debido a la explotación aurífera y petrolífera, se pueden extinguir, por lo que es necesario que los gobiernos del Perú y Bolivia, declaren a las zonas alto andinas y amazónicas, como zonas protegidas, para preservarlas de la depredación irracional sin freno. Se ha confirmado en este estudio, que existen en esas regiones, áreas insustituibles, que deben ser protegidas por los estados peruano y boliviano. Estas zonas se encuentran en Vilcabamba, Cusco y en Celendín, Hualgayoc, Bambamarca y Cajamarca. Además, un reciente informa de las Naciones Unidas, sobre la sostenibilidad de la forma de vida, tal y como la conocemos, donde se alienta el consumismo, afirma que este modelo de desarrollo no puede seguir, porque no existen recursos suficientes en la naturaleza, para abastecer a la población mundial. Dentro de este cuadro, uno los recursos provenientes de la biodiversidad, del agua natural dulce y del mar, deben ser racionalmente utilizados, para que nuestras poblaciones tengan una vida adecuada y evitar las convulsiones sociales y políticas, que pueden producirse, por el desabastecimiento de agua y otros recursos naturales. En este siglo XXI, todos debemos hacer un esfuerzo mental, especialmente nuestras autoridades, para que manejen el tema del agua, con prioridad, a fin de tener siempre agua viva para el presente y futuro.
Por Manuel J. Villanueva
Doctor en Administración

No hay comentarios: