El Niño Dios de Pumarame en Trujillo

Ya se ha convertido en tradición, rendir culto en Trujillo al Niño Dios de Pumarume. Esta festividad, que se realiza todos los meses de Enero, tiene su raigambre en Pumarume, que es un paraje cercano a la bella ciudad de Celendin. En nuestra ciudad, el comité sectorial “San Andres”- ACRET, es el responsable de la organización de la Celebrancion del Niño de Pumarume, a partir del 7 del presente. Estas celebraciones comprenden una Novena , Fiesta Infantil y Misa de Honor al Niño Dios de Pumarume. Seran 10 dias de confraternidad celendina, fervor religioso, dirigido principalmente a los niños y jóvenes que son celendinos, descendientes de celendinos y amigos trujillanos. La jornada religiosa, tiene pues un noble fin, que es de orientar a los mas jóvenes en la práctica religiosa y en el cultivo de los valores morales, tales como la honestidad, honradez, solidaridad y fraternidad cristiana. En Celendín, también se realizarán la conmemoración del Niño Dios en Pumarume. Existe en este lugar una moderna iglesia, construida con el aporte de los fieles, que son miles y que anualmente viajan a Celendín, de diversos lugares del Perú y del extranjero. Es que la fama de este Niño milagroso, está muy difundida entre sus devotos. La imagen, representa a un Niño rubio y silbador. Al parecer tiene mucha relación con el Niño de Praga. Pero según el imaginario colectivo, la milagrosa imagen fue descubierta, a fines del siglo XIX, por un comerciante que estaba en viaje de negocios, para vender los finos sombreros de paja toquilla, manufacturados por las abnegadas mujeres de Celen din. Fue una noche estival, con luna llena, cuando este personaje, que estaba en el campo, siguiendo su viaje, escucho un melodioso silbido, que provenía de la enmarañada vegetación, compuesta de pencas y sauces. La primera reacción de este negociante fue de temor, ante lo desconocido. Pero luego se sobrecogió, por el bello silbido y sacando fuerzas de flaqueza, se dirigió al lugar donde provenía esta singular melodía. Grande fue su asombro, al encontrar a una bella imagen, de un niño silbador. En ese momento, de noche clara, tomo la decisión de regresar a Celendin, dejando de lado sus intereses comerciales. Fue en Pumarume, que es un lugar alejado 1 kilometro de Celendin, donde este hombre, acondiciono un oratorio, para alojar al Niño Dios. La noticia de la presencia de este niño en Pumarume, corrió como un reguero de polvora, y rápidamente, muchos celendinos fueron a orar al Niño Dios, en Pumarume. Al saber de este culto, el párroco de Celendin, haciendo gala de sus facultades eclesiásticas, ordeno, que el Niño Dios, sea traido a la Iglesia Matriz de la Virgen del Carmen, ubicada en la Plaza de Armas de este pueblo. La orden fue cumplida por los fieles, pero el Niño Dios, no duro mucho tiempo en este templo y milagrosamente fue encontrado en Pumarume. Esto orden fue reiterada por el párroco, pero los resultados fueron los mismos: El Niño Dios regresaba a Pumarume. Ante esta evidencia, el párroco de celendin, aprobó la construcción de una pequeña Capilla en Pumarume, en honor al Niño Dios. Desde ese entonces, hace mas de 130 años, todos los meses de Enero, se celebran en Pumarume y ahora en Trujillo, las festividades al Niño Dios de Pumarume. Creemos que esta conmemoración religiosa es una buena forma de fomentar la identidad celendina y de difundir el culto entre los amigos trujillanos.
Por Manuel J. Villanueva Cachay
Ingeniero