Todo por el oro

La búsqueda, descubrimiento y posesión del oro, ha sido una verdadera obsesión de casi todos los seres humanos desde tiempo mas remotos. Por su culpa, han muerto y mueren millones de personas en todas las épocas de la historia de la humanidad. Ahora también a esta triste estadística, hay que sumarle una gran cantidad que fallece a causa de los insumos contaminantes, tales como el mercurio, que afectan la vida y contaminan el planeta. Porque este metal, escaso, tiene tanto significado en la vida de los seres humanos, si no se lo puede comer y su uso industrial es muy limitado?. El asunto va porque es uno de los elementos naturales, mas puros, no se corrompe ni oxida y su brillo es permanente. El hombre se ha obsesionado con este metal y le da un valor muy alto. Esto tiene que ver con la confianza, que es una actitud subjetiva, pero que cuenta mucho a la hora de hacer los intercambios comerciales, financieros y los prestamos. Esta cualidad, que casi toda la humanidad, actual le da al oro, lo hace una presa codiciada y por eso es que su demanda es muy creciente, sobretodo en tiempos de crisis económica, como la actual, donde las monedas de prestigio tales como el dólar, el euro o la libra esterlina, han perdido su credibilidad. Es en esta situación, que el oro adquiere una mayor importancia, porque es el refugio casi seguro, para acumular los excedentes y valores, que peligrarían si se los tuviera en las monedas mencionadas. Según los expertos en el tema del oro, en toda la historia de la humanidad, se han extraído, solamente 161 mil toneladas de oro, cantidad que podría ser almacenada en 2 piscinas olímpicas. Pero mas de la mitad de esta cantidad, es decir 82 mil toneladas de este metal, han sido producidas en los últimos 50 años. Esta impresionante carrera de explotación de este mineral, está causando una serie de problemas ambientales, sociales y humanos. Debido a que el precio de este metal, en el mercado mundial está en ascenso y ya bordea los 1000 dolares la onza, millones de personas en todo el mundo se lanzan a la extracción de este metal, dejando de lado sus habituales tareas agrícolas o artesanales. Esta forma primitiva de extracción, causa graves daños el medio ambiente y al habitad de muchos pueblos aledaños. Además la gran explotación mineral, hecha por las grandes corporaciones mineras, en todo el mundo, también causa una serie de agresiones al medio ambiente, pues a pesar de la alta tecnología empleada, que está directamente relacionada con el proceso productivo, esta no alcanza para resolver el problema de los desmotes. El desmonte es todo el conjunto de rocas que no tienen mineralización de oro y las empresas mineras, lo almacenan en zonas contiguas a los yacimientos, depredando aun más el medio ambiente. Si tenemos en cuenta que la relación promedio de mineral de oro a desmonte es de 1 a l00 mil, veremos que es mucho mas el desmonte que no sirve para el proceso productivo con relación al oro extraído.
Estamos enfrentando a una irracional carrera de explotación de un mineral, que solo sirve para alimentar aun más la ambición, codicia y corrupción de muchas entidades, a cambio de muy poco para los pueblos donde se hacen estos minados. Es por todos conocidos, pero no se lo aplica, que los países que tienen oro, no se desarrollan y viven en la pobreza. El primer productor de oro es Sudáfrica y es un país subdesarrollado, lo mismo sucede con muchos países africanos y también nos toca a nosotros, porque a pesar de ser uno de los mas grandes productores de este metal, nuestro nivel de desarrollo, es deficiente y estamos entre los países, que dependemos de nuestras exportaciones de materias primas sin mayor valor agregado. Actualmente, existen ejemplos de países, que sin tener recursos naturales abundantes, lideran los puestos como países ricos y desarrollados, tal es el caso de Corea, Singapur, Irlanda o Finlandia. También en la actualidad, la riqueza de un país se mide teniendo en cuenta la variable ecológica. Es decir que un país es desarrollado cuando alcanza niveles de riqueza elevada para su población, pero minimizando la contaminación de sus aguas, suelos y la atmosfera y respetando la vida humana, la flora y la fauna que existe en un territorio. En esa dirección va el mundo, pues la actual crisis económica, cuyo fin todavía es incierto, conducirá a la humanidad a una nueva etapa, que esperamos sea más racional que la actual, con nuevos enfoques que tengan que ver con el desarrollo humano, el comercio, las finanzas, los seguros, la economía en general y el respeto al medio ambiente.
Por Manuel J. Villanueva