viernes, 6 de marzo de 2009

Hacia una revolucion educativa

El tema sobre la crisis educativa en nuestra región y país, esta tan trillado que una nueva mención sobre este asunto parece innecesaria, pero por otro lado, también hay la sensación de que nos hemos acostumbrado a observar, indiferentes, los últimos puestos que el Perú ocupa a nivel internacional en comprensión de lectura y razonamiento matemático. Esta constante de mala formación académica, que se inicia desde la educación inicial y culmina en las escuelas de posgrado de las diferentes universidades, tiene que cambiar radicalmente. No solo se trata de meras declaraciones como las que ha hecho recientemente, el Dr. García al inaugurar el año lectivo escolar 2009, sino de hechos concretos para revertir esta grave situación educativa. En primer lugar el estado peruano tiene que apostar por una verdadera revolución educativa, que sea conocida tanto por la opinión pública y aceptada plenamente por los actores principales de la gestión académica. Es decir, que tanto los profesores de todos los niveles, como las autoridades, padres de familia, alumnos y medios, deben estar comprendidos en esta gesta educativa que es la única salida que tenemos para alcanzar niveles de desarrollo, comparables con países, tales como Corea, Cuba, Finlandia o Singapur. Si no se tiene en cuenta esta matriz, todas las medidas ajenas a este planteamiento, serán ineficientes por pecar de efectistas, tales como convertir a las 47 unidades escolares en centros emblemáticos, donde los estudiantes `podrían acceder a sus aulas mediante concurso o transformar el centenario colegio de Guadalupe de Lima, en un colegio mayor secundario del Perú, destinado para los mejores alumnos de todo el país. Este anuncio de García, lo hace al iniciar el presente año escolar, es a todas luces una oferta improvisada y que no enfoca en forma integral la problemática educativa del país. Si queremos iniciar la revolución educativa, tenemos que tener la decisión de cambiar la forma de estudios en todos los niveles, incidiendo en la práctica permanente de los alumnos, en diferentes laboratorios de los campos de la Física, Química, Ecología, Biología, etc. Por ejemplo, se debe retornar al estudio de mañana y tarde, tal como se estilaba en la década de los 60 del pasado siglo. Esta política de mas horas de clase a la semana, serviría, para que los alumnos de todos los niveles, se compenetren con auxilio de sus profesores, en cumplir sus tareas escolares a cabalidad y no como ahora, que casi toda el trabajo escolar se realiza fuera de los colegios y la gran mayoría de las veces, no son hechos por los alumnos sino por los padres de familia u otros profesores y el Internet. Esta situación deja a los alumnos huérfanos del conocimiento que los temas del currículo exigen. También es indispensable que toda la plana docente, este bien entrenada y motivada para ejercer la docencia en forma eficiente. Sobre todo en los temas relacionados con las matemáticas y la lectura. Muchas veces la mala preparación de los profesores en estas importantes áreas, repercuten negativamente en la formación académica de la mayoría de los educandos. Los profesores, tienen la importante misión, de forjar a las generaciones futuras, a través de la enseñanza centrada en valores y en inculcar el amor al estudio y al trabajo, para que así tengamos verdaderos profesionales y técnicos, que son tan necesarios en este siglo signado como el “Siglo del Conocimiento y la conservación del Medio Ambiente”
Por Manuel J. Villanueva

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