jueves, 1 de marzo de 2018

Todos niegan las coimas de Odebrecht

Con las declaraciones de Jorge Barata, del pasado miércoles 27 de febrero, ante los fiscales peruanos, de colige que todos los líderes políticos peruanos están comprometidos en la sucia transacción de la coima. Barata, confirmo los aportes a las campañas presidenciales de estos politicos. Sobre los aportes a las campañas de Keiko Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, este colaborador eficaz afirma que a todos los antes nombrados les ha dado dinero sucio para financiar sus campañas políticas con miras a ganar la presidencia del país. Ahora los implicados en estos hechos, niegan por todos los medios que no han recibido ni un céntimo de dinero de Odebrecht. Ninguno de los presuntos implicados acepta que hayan recibido estas contribuciones dolosas. Han sido muy rápidos en responder negando estas imputaciones. Pero Barata, ha mencionado varios nombres de personas cercanas a cada uno de estos políticos, que han sido intermediarios en estas dolosas transacciones y también ha mencionado los montos en dólares que cada uno ha recibido. Barata, menciono que Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya, ex ministros del gobierno de Alberto Fujimori, recibieron un millón de dólares y el resto de los 200 mil dólares fueron entregados a Ricardo Briceño, ex presidente de la Confiep. Todo este monto fue para la campaña de Keiko Fujimori.Jorge Barata en ese entonces, en el 2011 era el mandamas de Odebrecht en el Peru. La coima para Alejandro Toledo, de 700 mil dólares, fue recibida por su guardaespaldas y operador, Avi Dan On, quien actuó de intermediario en el traslado de este monto. Según informaciones periodísticas, Barata, dijo que para la campaña del Apra en el 2006, Odebrecht, aporto la suma de 200 mil dólares por intermedio del ex ministro Luis Alva Castro. Pedro Pablo Kuczynski, de acuerdo con este colaborador, recibió 300 mil dólares a través de Susana de la Puente, administradora y actual embajadora del Perú en el Reino Unido. A Ollanta Humala se le dio 3 millones de dólares en efectivo para la campaña del 2011 a través de Nadine Heredia y el publicista brasileño Valdemir Garreta. Como puede comprobarse todos estos intermediarios son personas muy allegadas a estos políticos. Se podría decir que forman el círculo más estrecho de cada entorno, amical y partidario. Es decir son personas de mucha confianza. Esta cercanía hace pensar que lo declarado por Jorge Barata, sobre estas coimas, tiene mucho viso de verosimilitud. Sin embargo, todos estos políticos y los presuntos intermediarios han salido a desmentir que hayan recibido estos aportes de Odebrecht para sus respectivas campañas. Además exigen que todas estas declaraciones estén bien documentadas. Tanto Pedro Pablo Kuczynski como Alan García, han declarado no haber recibido estos montos y que solo responden por sus actos y no de terceros. En este terreno queda mucha duda porque si hay algo contundente los responsables serian Susana de la Puente en el caso de Kuczynski y Luis Alva Castro en el relacionado con Alan García. También Jaime Yoshiyama que ha sido secretario general de Fuerza Popular, ha negado que haya recibido dinero de esta empresa brasileña. Pero el escandalo se ha producido y la gran mayoría de la población está indignada porque ninguno de estos políticos quiere asumir sus responsabilidades. Solo están cuidando su futuro político y sus negocios personales. Esperamos que la fiscalía actué con eficacia y este a la altura de las circunstancias, pues se trata de salvar la moral pública. No puede ser posible que toda la clase política este atollada en este mar de la corrupción. Que hayan usado sus altos cargos para lucrar a expensas del país y de sus ciudadanos, es muy condenable. Por eso hoy más que nunca se requiere de una investigación prolija y objetiva, para identificar si lo que ha dicho Jorge Barata, está ajustada a la verdad. Si este fuera el caso, entonces hay que hacer una depuración completa de la llamada clase política que merece el rechazo de todos los ciudadanos del país. Esta forma de democracia es condenable, porque no se ha respetado al pueblo y solo estos políticos han aprovechado de sus cargos para enriquecerse ilícitamente. Además, se ha impuesto la mentira y la pos verdad como una forma de distorsionar a la opinión pública. Esto debe terminar por el bien del país. Se requiere hacer política con la verdad, con las mejores intenciones de servir al país y a sus ciudadanos y de no cometer actos dolosos y corruptos para que alcancemos el justo desarrollo político, social y económico que tanto anhelamos. Que este escándalo sirva para exorcizar a toda la clase política y procurar su recambio total. Qué ejemplo podremos dar como país a otras naciones si todos los que han sido presidentes o han tentado este alto cargo, están siendo investigados por actos de corrupción y también por su conducta mentirosa y de falta de respeto a la inteligencia de los peruanos. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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