jueves, 15 de febrero de 2018

Con mentiras nuestro país no tiene futuro

Es frecuente escuchar una sarta de mentiras que provienen de casi todos lados. Mienten los políticos, mienten los empresarios, mienten los jueces, fiscales, militares, periodistas, hasta deportistas. Por eso cuando salen los políticos a decir que todo está bien, esto significa que todo está mal y que sus relaciones entre ellos son muy precarias. Es en estos tiempos se comprueba que estamos inmersos en una sociedad que tiene a la mentira como su paradigma. El sonado caso del indulto a Fujimori, confirma este aserto. El actual presidente y sus gonfalonieros, salen a decir que el indulto ha sido humanitario, porque la vida de Fujimori, corría peligro de muerte. Inclusive algunos médicos han defendido este indulto a sabiendas que es una gran mentira. No tienen en cuenta sus principios deontologicos ni el juramento hipocrático que los debe guiar por los caminos de la verdad, la justicia y el bien. Pero con el transcurso de los días, se confirma lo contrario, porque este ex reo, está bien de salud solo con achaques propios de la vejez, como es el caso de una persona de la tercera edad. Ahora dentro de la plancha presidencial, existe una lucha sorda por el poder entre Martin Vizcarra y Mercedes Araoz. Están peleando por la sucesión en la presidencia si Kuczynski renuncia o lo vacan de este cargo. Pero ellos mismos declaran que la unidad esta mas férrea que nunca, lo cual es otra gran mentira. Se habla de lealtades cuando en los hechos se procede con traición y malas artes. Como existe una gran probabilidad que Kuczynski deje la presidencia, sus vice presidentes, tratan de luchar por el poder sin ningún tipo de consideraciones. Igual sucede en el ámbito congresal, donde la mayoría, usa la mentira como arma de choque para que la ciudadanía crea que los congresistas de la oposición, es decir Fuerza Popular, trabajan por el bien del país y su gobernabilidad, pero la realidad los desmiente a cada rato. Las censuras sin fundamento a varios ministros del ejecutivo, prueban su falta honestidad y verdad. Por eso cuando los voceros de este agrupación, dicen, que no son obstruccionistas con respecto al poder ejecutivo, mienten, porque la estrategia de este partido, es dinamitar al actual presidente, hasta que presente su renuncia o sea vacado por el congreso. Esta mala costumbre, es muy peligrosa si queremos ser un país con futuro, respetado y respetable. Otro gran escándalo es la mega corrupción de Odebrecht, que ha desnudado a casi todos los políticos y a buena parte de nuestra clase empresarial, porque han sido cómplices de las malas artes de esta empresa brasileña, para beneficiarse ilegalmente. Inclusive hay otra denuncia que afecta a muchas empresas constructoras, que ha tenido como practica dar coimas a los funcionarios que autorizaban la ejecución de obras de infraestructura del país. Anteriormente también fue un escándalo los llamados ‘panama papers’ que se refieren a los depósitos en dólares en paraísos fiscales, de muchos políticos, empresarios y hombres de negocios, para así evitar el control fiscal. Es decir todas estas personas han mentido y han abusado de la confianza y lealtad que le deben al país. La mentira igual que el narcotráfico, son dos grandes lacras que nos puede llevar a una grave crisis en todas las estructuras de nuestra sociedad. Por eso es muy del caso abogar por practicar el buen hábito de decir la verdad en todo instante aunque afecte nuestros objetivos de corto plazo o nuestros intereses personales. Además vivimos en un mundo muy interrelacionado, donde todo se conoce sobre lo que pasa en el país. Las noticias sobre nuestras malas prácticas por no decir la verdad, son inmediatamente conocidas en todo el mundo. Esto hace perder muchas inversiones, respeto como país, porque nuestras clases dirigentes se vuelven no confiables. Por supuesto que la mentira no es patrimonio del Perú, pero en otras naciones, las personas que tienen algún cargo público, como ser presidentes, y mienten descaradamente, son censuradas, descalificadas no solo por la opinión publica sino por los tribunales de justicia. Recientemente el canciller holandés Halbe Zijlstra, ha renunciado a su cargo por mentir. Este político reconoció públicamente que mintió sobre una supuesta reunión con el presidente ruso Vladimir Putin. Las sociedades europeas, con todos sus defectos que puedan tener, no toleran la mentira como practica entre sus dirigentes. Quizás esta conducta veraz que es exigida a todos sus gobernantes sea una razón para que su desarrollo económico y social alcance altos niveles. Por eso si queremos ser un país desarrollado, que reduzca la pobreza significativamente, que tenga un gran sistema educativo para todos, que de seguridad a los habitantes y que sus servicios de salud sean confiables, tenemos que desterrar el cumulo de mentiras y exigir a todos nuestros dirigentes a ser honestos y honrados en todo aspecto de sus actividades públicas. Decir siempre la verdad nos hará grandes como nación. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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