jueves, 27 de julio de 2017

El congreso decepciona

Todos los poderes del estado, se encuentran siempre bajo el escrutinio de la opinión ciudadana, que de acuerdo a sus acciones los califica o los evalúa. Los ciudadanos tienen serias críticas tanto al poder ejecutivo, judicial, electoral y legislativo, porque no funcionan con eficiencia y eficacia. Pero es el congreso, la institución que esta mas desprestigiada, porque las actuaciones de sus integrantes dejan mucho que desear Es que la gran mayor parte de los congresistas, de acuerdo a sus credenciales, son improvisados, no tienen formación educativa ni política y al parecer han accedido a estos cargos por dinero, por influencias o cercanía con los líderes de sus respectivos grupos. El caso más resaltante está tipificado en la mayoría de la facción fujimorista que actúa bajo el nombre de fuerza popular. Asimismo la mayor parte de los congresistas, se dedican a defender sus propios intereses, a sus cuestionados líderes o a los intereses de sus respectivos grupos, que no son los intereses de la ciudadanía. Es decir gastan tiempo y dinero del presupuesto nacional, en actividades propias de su entorno, como por ejemplo defender a sus líderes de las justificadas denuncian que enfrentan. Lo más grave es que la mayoría en el congreso, utiliza su fuerza no en beneficio del país, sino en beneficio de su lideresa. La política de enfrentamiento del congreso con el ejecutivo, obedece solo a la intención de desestabilizar al país, quizá con la finalidad de vacar al presidente. Nadie niega la labor del congreso en lo que respecta a la fiscalización de los actos del ejecutivo, pero lo que sucede es algo diferente porque solo crean conflictos para crear intranquilidad y enfrentamiento entre el congreso y el ejecutivo. Esta situación crea inestabilidad política y económica en el país y tiene serias repercusiones en todos nosotros. También, existe un gran divorcio entre los congresistas y los ciudadanos que los han elegido. Esto es público y notorio, porque los congresistas no tienen mandato imperativo para rendir cuentas a sus electores, pero hacen abuso de esta facultad y dejan a los ciudadanos como convidados de piedra, sin la menor voluntad de parte de los congresistas de conocer las opiniones de sus electores. La mayoría de ciudadanos, sabe que estos políticos, se acercan al pueblo solo en tiempos de elecciones, con regalos y prebendas para conseguir votos, pero luego, una vez elegidos, cambian radicalmente y no solo se olvidan de sus promesas sino también de escuchar a los que los eligieron. Por eso, hay un gran rechazo a la labor congresal, que además es muy pobre en cuanto a las funciones que deben desempeñar. Casi todo el trabajo congresal lo hacen los asesores, que son muy bien pagados y su número es excesivo. En la década de los 90 del siglo pasado, el congreso tenía solo 700 empleados y eran muchos. Ahora cuenta con 3500 empleados. Es decir han aumentado 5 veces la población de empleados en el congreso y la eficiencia en vez de mejorar ha decaído. La administración del congreso ha fracasado porque está llena de personal que en su gran mayoría no es necesario. Este gran número de empleados en el congreso, debe ser reducido para que efectivamente los congresistas trabajen, analicen y estudien los proyectos de leyes y los actos administrativos de control. Estos hechos se reflejan en el porcentaje de aprobación del congreso. Según, la última encuesta de GfK, de este mes, la aprobación al congreso de la república es de 19%, PPK tiene 32% y Luz Salgado 27%. Es decir todas estas cifras de aceptación tienen una tendencia a la baja, pero más ostensible es la caída del congreso, que de seguir este declive, pronto tendrá 0% de aprobación ciudadana. El rechazo es multitudinario y la mayoría fujimorista, debe sentirse preocupada por esta calamitosa realidad. La opinión pública, los rechaza mayoritariamente. Es que durante estos 11 meses, los congresistas de esta agrupación han hecho abuso de su mayoría, poniendo contra la pared al ejecutivo y censurando a ministros sin que se justifique plenamente esta sanción. También, el rechazo ciudadano a los congresistas, es porque la gran mayoría solo se dedica a medrar en el congreso sin mayor intervención en las sesiones del pleno o de las comisiones. Hay una gran ausencia de liderazgo y visión de estos congresistas para encarrilar al congreso por la senda del progreso y el desarrollo. Es clamoroso ver a esta mayoría, muda, haciendo eco de las instrucciones de su lideresa y solo en espera de que sus asesores hagan el trabajo legislativo. Ademas, hay congresistas, que sin ningún pudor, copian, proyectos de leyes y los presentan como si fueran de su autoría. Esta actitud muy irregular debería ser sancionada por el congreso, pero la comisión de ética, hace oídos sordos a estas denuncias y los copiones, no tienen las sanciones que su delito amerita. Otra faceta es que la mayoría fujimorista en el congreso, usa su poder para su propio beneficio o para favorecer a su lideresa, quien se siente desplazada por su ajustada derrota electoral de hace más de un año. En estas circunstancias, las elecciones para conformar la nueva junta directiva del congreso, se hace solo teniendo presente los intereses del fujimorato y no del país. Nombrar a Luis Galarreta, como presidente del congreso, es una aberración, porque este congresista no tiene los pergaminos para el cargo. Galarreta de antifujimorista, se ha convertido en fiel guardián de keiko fujimori. Es decir no muestra coherencia, principios ni un temperamento sereno, porque en estos meses ha exhibido un talante de choque, violento y fanático. Estos deméritos no han sido tomados en cuenta por su lideresa ni por sus compañeros en el congreso, a la hora de nominarlo para este cargo. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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