miércoles, 17 de agosto de 2016

Hay hambre y sed de justicia

Prácticamente toda la población del país, tiene un pésimo concepto sobre el actuar del poder judicial y del ministerio público. En reciente encuesta, la aprobacion del poder judicial, es apenas el 15%. Esta evaluación ciudadana, obedece a que los magistrados no cumplen su deber de administrar justicia con ponderación, objetividad y con criterio de justicia. Además el desarrollo económico y cívico exige tener un órgano de justicia probo para que cualquier persona o entidad, tenga la seguridad que los procesos serán rectos, oportunos e intachables, cosa que actualmente es al revés. Por ejemplo las recientes sentencias, dictadas por diferentes salas penales en los juicios seguidos contra Alberto Fujimori, por el caso de los diarios chicha, a Miguel Agusto Chingel, por el delito incurrido en el tema de los narcoindultos, es realmente injustificable. También la opinión pública cuestiona los fallos de muchos delincuentes que han provocado la muerte o lesiones graves a muchas mujeres, sin que los responsables de estos actos vesanicos tengan una pena proporcional a sus delitos. Por un lado fujimori, es culpable de haber utilizado fondos del estado, para comprar las líneas editoriales y los titulares de los llamados diarios chicha, durante su gobierno. En esta turbia labor fue secundado por Vladimiro Montesinos, que usaron a esta prensa para desprestigiar y calumniar a sus rivales políticos y para neutralizar a la opinión pública de acuerdo a sus bastardos intereses. Las famosas vírgenes que lloraban o los diferentes rumores o bolas, eran muy publicitadas, para que la población se enajene con estas mentiras. Fujimori, ha sido absuelto por este delito, en la sala presidida por Villa Stein. Esto es realmente injustificado y llama poderosamente la atención, porque al parecer hay mucha influencia de los políticos que adhieren al fujimorismo. Igualmente, en el caso de Miguel Augusto Chinguel, enjuiciado por el caso de los narcoindultos, la sala penal de apelaciones le ha reducido su condena de 13 a 9 años. Muchos enterados califican esta reducción de pena como algo grotesco y que tendría como finalidad salvar por este delito al ex presidente Garcia. La respectiva sentencia enfatiza, que Chinguel, trabajo solo en el otorgamiento de más de 5 mil narcoindultos, Pero todos sabemos que las resoluciones que otorgaban esta beneficio a estos delincuentes eran aprobadas y firmadas por Garcia. Es decir, por el simple hecho que todos los decretos de los narcoindultos requerían una estrecha coordinación con el mandatario aprista, quien al final era el encargado de verificar, evaluar y firmar cada resolución suprema, de estos miles de narcoindultados. La idea que actuo solo, no lo cree nadie. Entonces en este caso también hay una gran presion politica habida cuenta que el poder judicial está conformado por jueces proclives a los partidos fujimorista y aprista. Otros casos que tienen que ver con los delitos de feminicidio, son tratados por los jueces con mucha laxitud. Es decir que las personas que cometen actos de violencia contra las mujeres, no tienen la debida condena para que sirve de espejo a los potenciales agresores y en esta forma parar la ola de violencia que se vive actualmente en todo el país. Esta cultura organizacional del poder judicial y la falta de formación moral y académica de la mayoría de los miembros de este poder, que es condenada por casi todo el país, es una gran justificación para que se realice una profunda reforma de este importante poder del estado. La demanda ciudadana es que se reforme de plano todo el poder judicial. Además los magistrados están bien remunerados y estos buenos sueldos les deberían impedir realizar actos de corrupción. Pero lamentablemente esta lacra en vez de desaparecer por completo, medra en muchos jueces y salas del poder judicial. El actual gobierno, dentro de sus promesas, ha contemplado la reforma del poder judicial. Esperamos que cumpla con esta promesa, porque un poder judicial honesto, será una valla muy difícil de salvar a tanto delincuente de todo tipo, que ahora se ufanan de estar con libertad, cuando sus actos delincuenciales, deberían ser razón suficiente para que estén purgando severas condenas. También, existen en las cárceles de todo el país, miles de presos, que no hay sido juzgados ni sentenciados y en este caso se está cometiendo un verdadero abuso de autoridad. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

No hay comentarios: