Congreso de mal en peor

Si hasta el gobierno de Humala, el congreso de la república, era rechazado casi unánimemente, porque la gran mayoría de sus integrantes carecía de las aptitudes indispensables para el cargo, la capacitación profesional y una buena y limpia hoja de vida. Ahora la situacion del congreso es mucho peor, porque la mayoria fujimorista, esta compuesta por muchas personas, sin preparacion academica, profesional y cuestionados por su conducta turbia. Esto tiene que ver con el método mercantilista para poder postular al congreso. Es decir si una persona tiene suficiente dinero para aportar a su campaña electoral y contribuir económicamente, con los gastos de campaña de líder de una agrupación, entonces la nominación como candidato es casi automática. Con este tipo de reclutamiento, donde el poder del dinero es fundamental, la selección de los posibles congresistas es deprimente. Por eso se comprueba que antes como ahora, los que han sido electos como congresistas son mediocres por decirlo menos. El filtro de la calidad personal, los estudios profesionales universitarios comprobados y una intachable hoja de vida, no se efectúa. Además como no hay un mandato imperativo que exija a los congresistas a rendir cuentas a sus electores, sirve de patente de corzo para hacer con su cargo congresal, actividades personales o de grupo, en forma desembozada y con perjuicio de la majestad de esta poder del estado. Por eso es el interés de muchos políticos que han ejercido el cargo de presidente de la república, tener congresistas que los defiendan a pesar que en muchos de sus actos de gobierno han cometido actos de corrupción de todo tipo. Es decir que se abusa del poder que los electores han depositado en estos congresistas. Ahora la situación del congreso, donde los fujimoristas tienen una amplia mayoría, la realidad es mucho peor que antes. No solo hay congresistas sin ninguna experiencia política ni laboral que los ampare, para ser congresista, sino que por el contrario, son inhabiles, no tienen preparación académica ni funcional ni tampoco experiencia política y principios éticos que demanda el cargo. Por lo que hasta ahora ofrecen los 73 congresistas fujimoristas, es una cerrada obstinación para ejercer el mandato congresal, sin respetar las formas democráticas y la ponderación en su actuar, respetando el criterio de las otras agrupaciones políticas con representantes en este congreso. Esto queda demostrado con el casi monopolio para dirigir las diferentes comisiones del congreso, que recién se han formado. Por un lado el presidente de la comisión de educación, esta denunciado por plagiador. Este demérito es grave, máxime si su labor está circunscrita al tema educativo. Un plagiador no puede ser presidente de esta comisión. Además de configurar un escándalo moral, es una mala señal para la opinión pública, un desprestigio más para el congreso y un pésimo ejemplo para toda la estructura educativa del país. Otro caso reprobable es que la comisión de presupuesto, que debería haber sido presidida por un congresista oficialista, para facilitar la comunicación entre el ejecutivo y el congreso, este presidia por la fujimorista Cecilia Chacon, que según su hoja de vida, no tiene ninguna experiencia ni mayor conocimiento relacionado por el tema presupuestal y administrativo. Es decir que los fujimoristas quieren hacer difícil la gestión de Kuzcynski, lo que puede significar un grave daño al crecimiento del país y la demora en la ejecución de temas cruciales, como son la lucha contra la inseguridad ciudadana, el ataque frontal a la corrupción y la agilización de los tramites de diferentes proyectos de inversión tan necesarios para reactivar nuestra economía. Ademas hay una denuncia, relacionada, al copamiento por los fujimoristas de todos los puestos administrativos del congreso. Confirmando esto, recientemente se contrató al oficial mayor Cevasco, que tuvo esa función en tiempos de la dictadura de Alberto Fujimori. También hay fundamentos suficientes relacionados para disminuir las exigencias para contratar personal afines a los fujimoristas. Para esto se han disminuido las demandas académicas y de experiencia laboral, con la finalidad de que sus simpatizantes, puedan gozar de puestos en el congreso con sueldos bien elevados. Es decir la meritocracia, que debe ser rigurosamente cumplida, en todos los poderes del estado, especialmente en el congreso, ha sido borrada por completo. Un principio administrativo, dice que la gente o el personal hacen a la organización. Si se cuenta con personal mediocre o mal preparado, la organización, en este caso el congreso nacional, será mediocre. En esta situación queda el congreso y nada bueno para el país y sus ciudadanos se puede esperar de este poder del estado. Pero la opinión pública debe estar avisada, para sancionar en las urnas tanta mediocridad intelectual, moral y defensa de intereses mezquinos ajenos a la ciudadanía, que ya empieza a asomar nitidamente en el hemiciclo. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com