Las promesas de Keiko

En el pasado debate descentralizado de Piura, Keiko Fujimori, utilizo la misma estrategia de su padre, cuando debatió con Mario Vargas Llosa. Agresividad, repetición incesante de las falencias de su contendor, como el hecho que PPK fue una semana a EEUU, mientras ella, utilizo igual tiempo en visitar zonas rurales pobres de Puno y Huancavelica. Es decir aplico el dicho: “miente, miente, que algo queda” Por otro lado este debate fue muy mediocre y la mayor parte del tiempo ambos contendientes, lo usaron para zaherirse y en algunos casos para defenderse. Porque, muchos dardos fueron desviados con otros temas. Este mal uso de sus tiempos no permitió que se supiera nada sobre el ordenamiento territorial y los conflictos sociales. Este tema adquiere una gran importancia porque la conflictividad social está en su tope y cualquier cosa desagradable podría suceder, sino se respeta el derecho de las poblaciones aledañas a los potenciales emprendimientos mineros y de hidrocarburos. Sin embargo, la impresión de los medios y de muchas personas, es que la agresiva Keiko, fue la que venció al maduro PPK. Sin embargo en el caso de la ausencia del país, por PPK, cuando se fue una semana del país, es algo nimio, si se lo compara con las compañías que tiene Keiko, acusadas de corrupción. El caso más visible es el de Joaquín Ramírez, financista y cercano colaborador de la Fujimori, que está siendo investigado por posibles involucramientos en lavado de dinero. El paso al costado dado por Ramírez, después que surgió la denuncia, no es suficiente como respuesta a su grave cuestionamiento. Si Keiko, tuviera la voluntad de luchar contra la corrupción, ella, hubiera expulsado a Ramírez de su alto cargo en la agrupación keiquista, Fuerza Popular. Pero no ha sido así. Además Keiko, para neutralizar los casos de corrupción que la comprometen directamente, trato de denunciar a los candidatos de PPK Martin Vizcarra y Mercedes Araoz. El uno por haber traficado con terrenos en Puno y por supuestamente tener pleitos pendientes, en el sur del país y Mercedes Araoz, por el caso del infortunado “Baguazo” donde murieron 34 personas, durante el gobierno de Garcia cuando Mercedes Araoz, era ministra de Comercio exterior y Turismo. En ambos casos la denuncia de la Fujimori, no es tan contundente, porque no hay evidencias irrefutables contra estas personas. Pero lo que si causo mucha perplejidad, fue las contundentes afirmaciones de Keiko, sobre la defensa del medio ambiente, el respeto a la consulta previa, el derecho al agua como un bien social y la crítica a las grandes corporaciones mineras y de hidrocarburos. Asi mismo Keiko, se comprometió a renegociar muchos contratos especialmente el referente al gas de Camisea. Esta postura radical es una copia fiel de lo que pregono la candidata del Frente Amplio, la izquierdista Verónica Mendoza, que ocupo el tercer lugar en la pasada primera vuelta. Sin embargo los medios de comunicación adictos a Keiko, no la han criticado duramente sobre estas promesas “radicales”, como sí lo hicieron en su momento contra Verónica Mendoza. Es decir no hay una verdadera objetividad en este tema, sino depende que candidato o candidata lo dice. No es el mensaje sino el mensajero. Sin embargo estas son solo promesas y todos sabemos que llegado el momento de gobernar, se las olvida palmariamente. Hay claros ejemplos de esto, como fue la posición “antishock” de Alberto Fujimori cuando se enfrentó con Vargas Llosa, que si defendió desde el principio la política del shock económico, que asusto a la mayoría de electores. La defensa del antishock, beneficio a Fujimori, padre. Igualmente sucedió con el candidato Ollanta que ofreció a los cajamarquinos el agua en vez del oro o bajar el precio del gas a doce soles. Por eso vemos que las promesas de Keiko, son gestos para captar votos antes que buenas intenciones de cumplirlas si accede a la presidencia del país. Por Manuel J. Villanueva, Consultor, Blog: www.majevic.blogspot.com