sábado, 10 de enero de 2015

Los japoneses y los robots

Los japoneses parece que tienen una gran atracción por los robots, que no es de esta época sino que se origina en el siglo XVII, cuando en Osaka, estos incipientes ingenios fueron utilizados, en una serie de representaciones teatrales. Pero la palabra “robot” fue utilizada por primera vez por el escritor checo, Karel Capek en 1921, para referirse a las maquinas que realizan un trabajo forzado, sin tregua ni pausa. Desde ese entonces los robots han servido primero en las narraciones de ciencia ficción y en una serie de dibujos animados o mangas de procedencia nipona. Luego en todo el mundo los robots fueron introducidos en los procesos de fabricación en serie y también para manipular sustancias toxicas o radioactivas, en los países industrializados como EEUU, Suecia y Japón. Pero, en este país, la aplicación de los robots industriales se hizo mayor que en cualquier otro país desarrollado. En muchas fabricas japonesas los robots juegan un papel importante en la fabricación de una serie de equipos y productos con un alto componente tecnológica. Desde la década de los 60 del siglo pasado, la época de oro de la industria japonesa, los robots se utilizaban en todo tipo de labor repetitiva, tales como soldar grandes piezas, manipular materiales, transportar componentes y armar motores entre otras actividades afines. Quizás, por la declinación de su población y por mantener la calidad de su industria, los japoneses han formulado una política agresiva en la creación de robots, que sustituyan con ventaja a los seres humanos en casi todo tipo de trabajo y en procesos industriales dañinos para la salud. Estos robots no tienen figura humana pero en las décadas recientes la tecnología japonesa ha creado una serie de robots, con figura humana que hacen una serie de labores, en los diferentes campos de la acción humana. Estos ingenios, no se “cansan” en la realización de sus tareas y su mantenimiento es relativamente fácil. Los japoneses le llaman a los robots, Karakuri ningyo que quiere decir muñecos mecánicos, nombre acuñado hace 3 siglos por el biólogo Makoto Nishimura, que fue el primer japonés en diseñar el primer robot humanoide. La admiración de los japoneses por los robots, se refleja en su cultura popular, especialmente en sus mundialmente famosos dibujos animados o mangas. Las series de este tipo datan desde 1952, donde los robots son los protagonistas de una apreciable cantidad de estos dibujos animados. Todo lo que se ha visto sobre los robots en estas series ya se han concretado en el diseño de estos equipos en el presente siglo. Ahora existen en este país oriental, robots humanoides, que se emplean en una gran cantidad de fábricas, donde realizan actividades repetitivas y continuas en los ambientes industriales. También se usan en los hospitales como eficientes colaboradores de los cirujanos y cuidando a personas de la tercera edad, en asilos y otros establecimientos geriátricos. Cada día que pasa, los japoneses, crean y perfeccionan estos ingeniosos equipos, y al parecer la sociedad de ese país los acoge con cierto entusiasmo, a tal punto que prácticamente los japoneses no podrían vivir sin la ayuda de los robots. Pero en otras sociedades desarrolladas, sobretodo en EEUU y Europa, los robots todavía no tienen la acogida debida por el temor de su potencial peligro sobre las sociedades humanas. En este contexto son muchas las opiniones no tan positivas en la utilización de los robots. Hay por ejemplo una apreciable cantidad de películas que advierten sobre el grave peligro que correría la humanidad si los robots alcanzan un alto grado de inteligencia con ayuda de la inteligencia artificial. Es decir si estos autómatas, llegaran a “pensar” podrían advertir su gran capacidad en ayuda de los seres humanos a los cuales los mirarían con cierto aire de superioridad porque nosotros no estamos en la capacidad de trabajar en forma continua las 24 horas del día. Este potencial peligro de las maquinas pensantes ha merecido el comentario del físico ingles Stephen Hawking, quien cree que el progreso de la inteligencia artificial, nos puede hacer esclavos de los ingenios que creamos, lo cual significaría el fin de nuestra civilización. Es decir la humanidad ahora está en una gran encrucijada tecnológica que sumando al problema medio ambiental nos muestra un futuro lleno de peligros e incertidumbres. Por eso el célebre escritor y científico Isaac Asimov, planteo tres leyes que deben cumplir los robots y son las siguientes: Un robot no puede atacar a un ser humano, no puede a través de su inacción perjudicarlo, pero lo más importante según este famoso escritor es que los humanos tomen las debidas precauciones de seguridad para que sus creaciones tecnológicas no los rebases a tal punto que afecten seriamente el destino de todos nosotros. Para Hiroshi Ishiguro de la Universidad de Osaka, los robots nos enseñan a ser mas humanos. Pero todos nosotros siempre somos temerosos ante lo desconocido, sin embargo este investigador japonés, afirma que los robots son el paso natural del desarrollo tecnológico vigente como también lo son los carros inteligentes o los smartphones que son muy demandados en todas las sociedades. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com .

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