jueves, 15 de enero de 2015

Antiinflamatorios y Depresión

La depresión es una enfermedad mental, que afecta a millones de seres humanos. Según la OMS, hay 500 millones de personas que sufren depresión en el mundo, de los cuales un millón son peruanos. La tendencia es que cada año habrá más enfermos con depresión en todo el planeta. La depresión, afecta directamente a muchos hogares, centros de estudio, laborales y a toda la sociedad. El tratamiento requiere de la ayuda de médicos psiquiatras, psicólogos y también de la compresión de los familiares, amigos y parientes del paciente depresivo. La mayor parte de los cuadros depresivos se tratan con ayuda de una serie de fármacos, que deben ser prescritos por los médicos especialistas. Es decir se debe evitar la automedicación. La demanda de nuevos fármacos para tratar la depresión es muy grande, por eso hay en el mundo muchos laboratorios que están haciendo investigaciones con la finalidad de hallar otras drogas que sean más efectivas que las actuales. Pero estas investigaciones han sufrido un estancamiento y desde hace más de 20 años no existe en el mercado farmacéutico ningún otro medicamento salvo los que hay vigentes por 4 lustros. Sin embargo hay mucho optimismo para conseguir un nuevo producto, en Inglaterra. En este país un grupo de investigadores de las universidades de Cambrigde, Oxford, Cardiff y Southampton, han descubierto una conexión entre el sistema inmunológico y el cerebro relacionados con la ingesta de fármacos antiinflamatorios. Es decir las personas que sufren de artritis o reumatismo y que se tratan con pastillas antiinflamatorias, tienen una gran probabilidad de caer en un proceso depresivo. Al parecer el sistema inmunológico del paciente envía un mensaje al cerebro para que procese esta información. La respuesta de salida del cerebro a esta información causa depresión. Aunque esta afirmación es preliminar, los investigadores piensan que se puede revertir la respuesta a esta información. Es decir el posible nuevo fármaco, podria motivar al cerebro para que de cómo respuesta la anulación de un potencial problema depresivo en las personas. Sin embargo no hay una evidencia concreta y es solo una hipótesis de trabajo. Es que el cerebro, es hasta la fecha una verdadera “caja negra”. Es decir nadie conoce como se producen los procesos mentales salvo la información que entra el cerebro y la información que sale del mismo pero procesada. Pero estas evidencias empíricas que son reiterativas, pueden dar como resultado el hallazgo de una nueva familia de fármacos para tratar más eficazmente esta enfermedad mental. Los neurólogos británicos, involucrados en este proyecto, tienen el apoyo financiero de una serie de instituciones científicas que están interesadas en mejorar el tratamiento de la depresión. También hay una serie de laboratorios que han prometido su apoyo financiero y tecnológico para que estas investigaciones se realicen con mucha seriedad pero con cierta prontitud. Felizmente los progresos alcanzados en el conocimiento de nuestro sistema inmunológico son prometedores y esto es una buena señal para que los estudiosos ingleses, puedan concluir con éxito esta labor. Otra fuente de información relacionada con los antiinflamatorios es el uso de Interferon en pacientes artríticos y reumáticos, porque muchos de ellos al tomar esta droga, caen en depresión muy severa y recurrente. El porcentaje de enfermos con males reumáticos que contraen depresión es muy elevado. Por eso esta estadística es otra fuente para que los neurocientíficos tengan más herramientas de trabajo para crear estos fármacos. Es decir que la recurrencia de la depresión en pacientes con inflamaciones reumáticas que usan Interferon para aliviar sus dolencias confirma el vínculo entre la depresión y el uso de antiinflamatorios. Si hay éxito en esta labor, los resultados finales, demoraran un tiempo porque se requiere de una serie de análisis y pruebas antes de que se dé luz verde para su uso generalizado en los pacientes depresivos. En síntesis lo que se quiere con este proyecto es transformar los antiinflamatorios en poderosos antidepresivos. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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