lunes, 23 de enero de 2012

Los nuevos bandeirantes

Se llaman bandeirantes a los aventureros portugueses, que a partir del siglo XVI, ampliaron las fronteras de Brasil, mas allá de los límites establecidos por el Tratado de Tordesillas. Estas personas, se comportaban como verdaderos piratas de tierras y por este impulso, nuestro país, perdió casi de 600 mil kilómetros cuadrados de su territorio en el siglo XIX. Los estados de Acre y Amazonas, de Brasil, crecieron a expensas de cercenar nuestro territorio. Este legado geopolítico, todavía impera en las esferas de poder y empresariales brasileñas. Brasil, tiene como objetivo, dominar en el mediano plazo toda América Latina. Su poder hegemónico, ya se empieza a sentir, máxime si se tiene en cuenta que es un país emergente, que está ya en los umbrales de ser un país desarrollado. Este gigante sudamericano, forma junto con China, India y Rusia, los países denominados BRIC, que serán las nuevas potencias del mundo en este siglo. Pero el gran desarrollo que está en boga en Brasil, que tiene como sustrato una gran infraestructura científica y tecnológica, con un verdadero ejército de científicos, ingenieros y técnicos. Esta capacidad de generar conocimientos, impulsa a una gran industria, cuyos mejores logros se encuentran en la aeronáutica, biotecnología y productos de consumo electrónico. Sin embargo poco se ha estudiado la ecología brasileña. Por eso, la parte negativa de este desarrollo industrial, es la gran contaminación de su medio ambiente, aunque este pasivo, es de antigua data. Por ejemplo, a finales de la década de los 50 del siglo pasado el presidente Juscelino Kubitscheck, fundo Brasilia, como nueva capital brasileña y con la misión, de poblar, parte de la Amazonia. Este hecho, alabado por muchos, ha producido un deterioro ambiental y también afecto la vida de los nativos que antes poblaban esa región. La política de hacer “crecer” la amazonia brasileña a toda costa, a través de una serie de proyectos forestales, industriales y carreteros, ha sido hecha, sin tener en cuenta la realidad ecológica de esas zonas. Brasil, como todos nuestros países, son todavía desconocidos. Ahora las carreteras interoceánicas, que unen a nuestro país con Brasil, son potencialmente negativas, habida cuenta de la capacidad hegemónica de nuestro gigante vecino y sus antecedentes históricos. Es decir que no solo se debe auspiciar la interconexión vial con los cariocas, sino que este vínculo, tiene que ser beneficioso para el Perú. Por ejemplo, los proyectos de construir una serie de hidroeléctricas en nuestra amazonia, no deben pasar, porque estas gigantescas obras, que solo beneficiarían a Brasil, dañarían irreversiblemente a este territorio, que es cuna de una gran biodiversidad, fuente casi inagotable de agua y pulmón de oxigeno para toda la humanidad. El actual secretario adjunto de las Naciones Unidas, para la Biodiversidad, el brasileño Braulio Díaz, afirma, que la biodiversidad, es un don de la naturaleza, que no solo corresponde estudiarla en forma sectorial, sino que su dimensión abarca a todas las disciplinas humanas, para afirmar la vida y conservar las especies de nuestro planeta. El ejemplo de desarrollo del Brasil, no es el adecuado para nuestro país. Necesitamos fortalezas, que se basen en nuestra realidad y para eso es indispensable, tener una política efectiva de desarrollo de ciencia y tecnología, partiendo de las Universidades pero con vínculos muy cercanos con las empresas nacionales, para crear conocimientos que se apliquen a nuestra naturaleza, a fin de crecer armónicamente. Tenemos la suerte, de contar todavía con un territorio, que aunque desconocido por falta de estudio, está a la espera de brindar sus frutos para todos los peruanos de ahora y del futuro.
Por Manuel J. Villanueva
Ingeniero Electronico

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre publicando los temas actuales que nos interesan con la verdad adelante, e incluso anticipandose con los temas mas importantes sucedidos en el mundo, lo felicitoo :)