jueves, 12 de enero de 2012

La controversia con Chile

Este año, la Corte Internacional de la Haya, fallara acerca de la demanda peruana, sobre el limite marítimo con Chile. Al parecer, este fallo, será favorable al Perú, pero esta realidad ha puesto los pelos de punta a los estrategas y políticos chilenos, que creen que esta demanda, solo es una forma de cambiar la situación geopolítica, que surgió después de la infausta guerra del pacifico. Es decir existe una potencial negativa de Chile a aceptar el fallo de la corte internacional. Quizás, se debe recordar, que la guerra con Chile, nos cercenó una gran parte de nuestro territorio, terrestre y marítimo. Es decir que si no hubiéramos hecho las cesiones territoriales en el tratado de 1929, el mar territorial en disputa, seria peruano, como antes de esta conflagración.
La diplomacia chilena, siempre tiene muy presente y maneja las relaciones con nuestro país, teniendo en cuenta las implicancias geopolíticas antes que las relaciones de buena voluntad y por eso su gran preocupación es tener unas fuerzas armadas bien dotadas. La carrera armamentista chilena, es una constante en su política de gobierno, para avalar sus relaciones diplomáticas, con la finalidad, de amedrentar y exigir concesiones a través de las “negociaciones”, especialmente, con el Perú.
Dentro de esta óptica, nuestro país, sus políticos y toda la opinión pública, tiene que internalizar, que Chile, siempre antepondrá sus intereses nacionales a otro tipo de intereses, tal como los comerciales, inversiones u otro tipo de vinculo con sus vecinos, a la hora de entablar negociaciones con sus vecinos. Esta tesis, arroja por los suelos la creencia que porque Chile tiene millonarias inversiones en nuestro país, su estrategia geopolítica va a cambiar.
Para Chile, el fallo de la Haya, no solucionara nada, porque esta aceptación, estaría en contraposición a sus intereses nacionales, que afectaría su “soberanía”. Esta visión, hará que Chile, busque por todos los medios salir de esta competencia jurídica internacional y obligar al Perú, a negociar, utilizando, para este fin, todo su poder disuasivo, para anular nuestra justa demanda marítima. Poder disuasivo que se sustenta en la capacidad de sus fuerzas armadas.
También, esta posición jurídica, ha dado ánimos a Bolivia, para hacer lo mismo, en sus reclamos territoriales contra Chile. Bolivia, en la guerra del siglo XIX, perdió, todo su territorio costero y por ende su acceso al mar.
Los chilenos, se sienten muy confiados, porque piensan que el fallo de La Haya, no servirá para nada, porque su puesta en práctica, implicaría una cesión de su soberanía, que según estos inamistosos vecinos, es inaceptable.
Por esto, nuestro país, tal como ya lo hemos dicho, en muchos artículos, tiene que asumir este reto, con entereza y dotando a nuestras fuerzas armadas, de la suficiente capacidad disuasiva, para enfrentar las arduas negociaciones con Chile. En los tiempos modernos, las fuerzas armadas no solo deben estar bien apertrechadas, con personal bien entrenado y con la moral muy elevada, sino tener el frente interno bien cohesionado. Esta es la única manera de enfrentar estos riesgos potenciales, que afectarían nuestra tranquilidad, pues a la hora de la verdad, solo nuestras capacidades nacionales, entraran en juego. Es decir poco podemos esperar del “apoyo”, de otros países, tal como siempre ha sucedido en la historia.
Estamos todavía a tiempo, para que tengamos la capacidad disuasiva, que obligue a Chile, a aceptar una verdad que es histórica y justa.
Por Manuel J. Villanueva
Ingeniero Electrónico

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