Las encuestas y los políticos

Acaba de publicarse una última encuesta, no sobre la intención de voto en el ballotage, sino el nivel de rechazo que tienen muchos políticos, actualmente. Si nos atenemos a los resultados electorales de la primer vuelta, veremos que los candidatos de la alianza popular y Perú posible, han tenido un magro desempeño, porque ambas agrupaciones no hay pasado del 6%. Este digito que podría haber sido en que marque la valla electoral, fue reducido al 5% para favorecer ostensiblemente a los políticos que han conformado la alianza popular. Pero analizando la referida encuesta, se ve que no solo Alan García, Lourdes Flores Nano y Alejandro Toledo, tienen un fuerte rechazo sino también la pareja conyugal, conformada por Ollanta Humala y Nadine Heredia. La mayoría de los encuestados, que es un reflejo casi idéntico a lo que piensa el país, quiere que todos estos políticos, se retiren de la política. Es que la exposición de todas estas personas, por muchos años, causa desazón e impulsa en las mayorías un sentimiento de rechazo. La pareja presidencial alcanza en esta encuesta un rechazo de 82%, Alejandro Toledo, 74%, Alan García, 72% y Lourdes Flores Nano, 64%. Quizás estos datos, deberían servir para que los citados políticos evalúen si deben o no seguir en la arena política. Además, la mayoría de ellos, son gente que pasa los 65 años de edad, que es la edad de la jubilación. También, la edad y su permanencia, ocupando altos cargos dirigenciales, en sus respectivas agrupaciones, asfixia e impide la aparición y crecimiento de nuevas figuras que son muy necesarias, actualmente porque la opinión publica demanda un verdadero cambio generacional en casi todas las agrupaciones políticas, que están en vigencia, muchas de ellas, desde casi 60 años. La apabullante derrota en las recientes elecciones, de García, Flores y Toledo, debe impulsar a estos políticos a dar un real paso al costado, junto con sus allegados que han medrado y medran alrededor de estas personas. Pero los llamados partidos políticos, como el Apra, PPC, Peru Posible y el Partido Nacionalista, están en una profunda crisis, que amenaza su supervivencia. El partido de Humala, no tiene ningún congresista, como tampoco tiene el partido de la Flores Nano, ni Toledo. La realidad de estos grupos es caótica y los pocos adeptos, que les quedan, tratan de migrar a otras agrupaciones y dejar de hacer política partidaria. En el caso del Apra, la figura permanente de García, es en estos momentos un verdadero obstáculo para que este partido salga a flote. A menos que exista una verdadera renovación de todos sus cuadros dirigentes, el Apra, tiene un futuro incierto. García tiene un protagonismo excesivo que opaca a cualquier otro dirigente de esa agrupación. Su vigencia como líder aprista tiene una antigüedad de más de 35 años. Todas las actividades de ese partido, han girado y giran en torno a su figura y las decisiones que se toman son hechas directamente por García o con su aprobación. A la luz de esta visión, la decisión de aliarse con el Ppc. fue una iniciativa de este político. Ahora se puede ver, que hay uniones que en vez de sumar, restan como ha sido el caso de esta alianza, para muchos, ”contra natura”. Quizás este grave error, tendrá que ser debatido en el próximo congreso partidario, pero con una dirigencia independiente, que no esté atada a los designios del que fue presidente del partido, En otras agrupaciones políticas los errores se pagan con la destitución de toda la dirigencia que los ha cometido. En cuanto al partido Nacionalista de Humala, la situación es preocupante para la pareja presidencial. Hay muchos actuales congresistas, que poco a poco dejan esta agrupación y van a integrarse a otros partidos. Toledo está en una penosa situación, no solo por su pobre rendimiento en las elecciones, sino porque enfrenta una denuncia penal por el caso de Ecoteva, que lo tendrá distraído por buen tiempo. Creemos que es tiempo de un recambio de personas en todas las agrupaciones mencionadas, que tengan la visión de hacer política para convertir a sus agrupaciones en fuerzas democráticas, con una misión de respetar las diferencias y abiertas al dialogo. Estas nuevas caras, deben prescindir de los malos hábitos de sus antecesores, que muchas veces han actuado como fábricas de lodo, con el objeto de manchar a sus rivales políticos. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com