Buscando líderes

Diógenes el gran filósofo griego que pregonaba con el ejemplo y que tenía como virtud una vida frugal y sabia, fue muy respetado y admirado por sus contemporáneos. Vivía en un tonel y tenía como únicos bienes su túnica, el tonel y una escudilla. Todos los días andaba por las calles de Atenas, con una lámpara encendida, “buscando un hombre”. Es decir un verdadero hombre que tuviera las cualidades de la sabiduría, la verdad, el respeto, la consideración, la honestidad, la transparencia, la honradez, la austeridad, la sabiduría y la coherencia. Lamentablemente este tipo de hombre no lo encontró en esta ciudad griega. Su fama fue tal que el gran Alejandro el Magno, fue a visitarlo. Al encontrarlo Alejandro se presento como el rey que era y Diógenes le contesto, “Soy Diógenes, Alejandro le dijo “¿Puedo hacer algo por ti?” Diógenes le respondió: Si, márchate porque con tu sombra me estas quitando los rayos del Sol. Con esta respuesta simple en su construcción pero de una gran profundidad filosófica, Diógenes opaco a toda la grandeza material y al poder que tenia Alejandro el Magno. Ahora en nuestros días, necesitaríamos otro Diógenes, para que “busque lideres” porque realmente existe una verdadera crisis de liderazgo, en nuestro país, en los ámbitos político, empresarial, militar y policial. Es que muchos confundimos lo que significa el liderazgo verdadero y por eso salen a la palestra una serie de individuos, que por haber conseguido “éxitos” económicos y empresariales, creen que el último peldaño de su carrera de “éxitos” es ser un líder con potencial para llegar a ser presidente de la república. Sus allegados aprovechan de esta ambición y los hacen sentirse que realmente son las personas indicadas para ejercer esta alta función. Para lograr sus fines, los pseudo líderes, forman un partido político o apuntalan a una agrupación que tiene vigencia en la arena política y se lanzan a la arena política. Para eso construyen una red de comunicaciones, asesores de imagen, expertos en marketing político, allegados y se ayudan con prácticas populistas, para conseguir adeptos. Todo esto es muy criticable porque se trafica con la pobreza de la gente que tienen muchas necesidades insatisfechas. Pero esta forma de captar adherentes es ajena a lo que hace un verdadero líder. Los lideres generalmente nacen con estas cualidades o se hacen y generan aceptación entre sus seguidores gracias a sus cualidades personales y reniegan de usar el llamado clientelismo político. Porque las personas con estas cualidades, son coherentes, visionarias, van muchas veces contra la corriente, tienen valores, dan el ejemplo siempre, son serenos y objetivos. Los verdaderos líderes evitan rodearse de personas que siempre les van a dar la razón. Un ejemplo de un anti líder fue el emperador romano Nerón, quien tuvo una corte de personas que siempre lo ensalzaban cuando se creía poeta o músico. Uno de sus allegados, Petronio, lo usaba para sus fines, pues sabía la debilidad de este emperador que gobernaba a través de infundir miedo entre sus allegados y el pueblo. Nerón era un psicópata, mediocre, no tenía ninguna cualidad para mandar, salvo el poder de sus legiones y una multitud de cortesanos, que vivían bien gracias a sus patrañas y adulaciones a este emperador. Muy por el contrario en la actualidad hay un verdadero líder, que es el presidente uruguayo Pepe Mujica Cordano. Este político siempre predica con el ejemplo. Es muy austero, no le gusta las veleidades del poder, vive en su misma rancho en las afueras de Montevideo y maneja un viejo Volkswagen de su propiedad. El 90% de lo que gana como presidente lo dona para favorecer a los más pobres de su país. Pero por estos lares, los políticos que han llegado a ser presidentes de la república, en los últimos tiempos, llegaron pobres a este alto cargo y salieron como personas con mucho poder económico, lo cual es muy criticable. También en las esferas empresariales y militares podemos citar como genuinos líderes a Henry Ford y Charles de Gaulle. Por la falta de verdaderos líderes nuestras instituciones están sumidas en una gran crisis que viene de muchos años. La opinión pública, siente frustración y desencanto por esa carencia de liderazgo en las altas esferas políticas, empresariales, militares y policiales. Sin embargo esto debe cambiar para bien del país. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com