lunes, 18 de noviembre de 2013

Armando el rompecabezas

El reciente escándalo provocado por la desmesurada protección policial a una casa en un condominio de Surco donde vive el operador montesinista Oscar López Meneses, está dando mucho que hablar en todo tipo de medios y es materia de comentarios de todo tipo y dicho por diferentes voceros políticos. Este descubrimiento de la protección policial se debió a un “soplo” que le llego a la periodista Cecilia Valenzuela, cuando alrededor de esta vivienda había una anormal cantidad de carros patrulleros, vehículo porta tropas y policías de a pie. Esta periodista uso esta información para hacer público este resguardo que era muy evidente por lo aparatoso sin que nadie tuviera la curiosidad de preguntar a quien resguardaban. Según expertos en inteligencia o espionaje la gran mayoría de casos que se descubren es debido a la infidencia o “soplo” y no por métodos tecnicos. Hay que recalcar que la Valenzuela, tiene afinidades con Alan García y los fujimoristas. Los dimes y diretes entre el marino jefe del comando conjunto de las FFAA José Cueto y el ex jefe policial Raúl Salazar, donde se desmienten mutuamente sobre quien ordeno la custodia a ese inmueble con el pretexto que era la casa de Cueto, es digno de tomarse en cuenta para hacer una investigación. Llama la atención que las órdenes dadas a la policía no sean hechas por escrito y luego verificadas. Después de un año de prestar resguardo a la hipotética casa de Cueto, recién sale a la luz que este marino nunca vivió allí sino Oscar López y su padre en las proximidades. Esto no tiene ninguna justificación ni puede servir de base para explicar lo sucedido. Pero este escándalo por el cual fueron destituidos cinco altos mandos de la policía entre los que figura el general Luis Praeli, jefe de la región Lima, es una reacción oportuna para deslindar la posición del gobierno frente a este escándalo, que adicionalmente provocó la renuncia de Wilfredo Pedraza. Este alto funcionario se responsabilizo políticamente con lo ocurrido. Pero los nexos de Oscar López con el aprismo y el fujimontesinismo son innegables. En reciente entrevista hecha por un canal de televisión el pasado domingo, esta persona acepto la amistad de varios dirigentes apristas tales como Agustín Mantilla, Luis Gonzales Posada y según muchas fuentes también tuvo cercanía con Mercedes Cabanillas. Esta última persona, al parecer en la década de los 90 se acercó a López Meneses para que la ayudara a conseguir un alto puesto en una compañía minera. También en esta misma entrevista López dijo que conocía a Ollanta Humala desde que era cadete y asimismo al ex asesor de la presidencia Adrian Villafuerte, pero no hay evidencias concretas y demostrables sobre la veracidad de esta afirmación. También dijo que en el 2006, cuando estaba preso, asesoro en la campaña electoral a Humala. Hasta donde conocemos López, que tiene estudios truncos de Odontología, no es un experto en procesos electorales o marketing político. Su triste fama proviene de su cercanía a Montesinos del cual fue su operador. Este grave escándalo ha podido ser realizado por las múltiples falencias que existen en la policía nacional, las FFAA . Los expertos en esta sucia forma de desprestigiar al adversario conocen de estas debilidades y la han sabido aprovechar para sus fines subalternos. Por eso ahora el gobierno tiene que tomar medidas que apunten a la reorganización de todos los uniformados, para que sus estructuras sean copadas por personal calificado, honesto y con una gran voluntad de servicio. Otra hipótesis es que López brindaba apoyo a empresarios mineros y por eso tenía una gran seguridad. No se sabe hasta qué punto esto sea cierto, porque para ese fin podría haber contratado a una compañía privada de seguridad que brinda este tipo de servicios. Pero los que han provocado este escándalo, han puesto hasta el momento al gobierno a la defensiva. La única forma de hacer que se revierta esta situación es tomando medidas eficientes y eficaces en el menor tiempo posible. El nombramiento como nuevo ministro del interior de Walter Albán, ex defensor del Pueblo, es una buena señal siempre y cuando tenga la capacidad y el poder para hacer las reformas de todo el aparato policial. No olvidemos que el tema de la inseguridad ciudadana es lo que más preocupa a casi todo el país. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional www.majevic.blogspot.com

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