martes, 15 de junio de 2010

Reservas y producción minera

Al parecer la lógica de la ganancia inmediata, por parte de los inversionistas, para aprovechar los buenos precios de algunas materias primas, sobretodo mineral e hidrocarburos, deja de lado una visión a largo plazo que respete la sostenibilidad de producción en un horizonte de por lo menos 30 años. Dentro de este contexto, al parecer, la explotación de los yacimientos de oro y gas, no tiene en cuenta que tanto nuestras reservas probadas como probables, son relativamente modestas, alcanzan solo para 9 años promedio de explotación. En el caso del oro, nuestras reservas probadas y probables ascienden a unas 1800 TM y el ritmo de explotación anual es de 200TM. Las reservas de gas que ascienden a unos 13 trillones de pies cúbicos, también solo podrían durar para una producción de unos 10 años de explotación, si se sigue con el empeño de exportar este vital hidrocarburo. Esto significa que no somos un país rico en oro, gas y otras materias primas, como si lo son países tales como Sud África, Bolivia o Chile. Por eso, debemos explotar nuestros recursos con prudencia y realismo, pensando en nuestro consumo interno, como es el caso del gas y para tener reservas que puedan servir a las futuras generaciones de peruanos. Además, los grandes beneficiados de la explotación de estos recursos sobretodo mineros, son las grandes empresas transnacionales, que dominan la explotación minera en nuestro país: 4 grupos transnacionales, que el 2009, año de la crisis económica mundial, ganaron la significativa suma de 23 mil millones de soles. Este impresionante monto, es superior en mil millones de soles a lo que ganaron el mismo años 12 millones de peruanos pobres. Esta enorme ganancia es 9 veces más grande, que lo que recibieron 2 millones de peruanas sumidos en la extrema pobreza, en el referido año. En cuanto al gas, tenemos un referente histórico, en la forma como se exploto nuestras limitadas reservas de petróleo, a inicios del siglo pasado, por una empresa norteamericana, filial de la Standard Oil Company. Esta filial, la International Petroleum Company, exploto los yacimientos petrolíferos de la Brea y Pariñas, ubicados en Piura, y por su voracidad de generar ganancias, exporto mayoritariamente las pocas reservas que teníamos en esos pozos de petróleo y en la década del los 60, `pasamos a ser importadores netos de petróleo y sus derivados. Esto nos puede pasar, ahora con el gas, si no explotamos nuestras reservas, con tino y prudencia. Otra gran debilidad de este modelo primario exportador, es que no se da valor agregado a estos recursos naturales y tampoco se piensa seriamente en la contaminación del medio ambiente, que en muchos casos es irreversible. En estos días, el derrame de petróleo en el golfo de Méjico, es tan serio que a puesto en serios aprietos al gobierno de Barack Obama, porque la empresa British Petroleum, concesionaria de este pozo, no puede impedir que siga el derrame de petróleo. Este gran falla técnica, ha contaminado seriamente casi toda el área citado golfo, con consecuencias muy graves contra sus ecosistemas y que pone en peligro la flora y la fauna de esa región. También las ciudades y poblaciones ribereñas del golfo de Méjico, serán afectadas. Estos accidentes, provocados por el hombre a pesar de su gran tecnología, se pueden replicar en nuestro territorio, sobretodo en la amazonia, lo cual debe evitarse, con decisión política y criterio etico. Actualmente, el cuidado y conservación del medio ambiente es una prioridad para todo país, que tenga en cuenta el futuro de sus habitantes. Esto nos debe impeler para cambiar la forma de explotación de todos nuestros recursos, a fin de que se creen mejores y más duraderas formas de producir todo tipo de bienes, que tengan un significativo componente de valor agregado. Es decir que lo que debemos potenciar es desarrollar nuestra industria para transformar todas nuestras materias primas, con innovación, trabajo creativo peruano y altos niveles de productividad.
Por Manuel J. Villanueva

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