sábado, 5 de junio de 2010

La tirania de los seguros y otros servicios

En cualquier entidad bancaria o se servicios de telecomunicaciones, sus empleados son instruidos por sus directivos a vender una serie de los llamados productos que dan una serie de “seguridades y mejoras” a los usuarios, sin tener en cuenta las implicancias futuras de su aprobación, entra en la red de este tipo de venta de servicios y firma la respectiva solicitud. La transacción del caso, es muy rápida y casi ningún usuario, tiene la oportunidad de pensar, porque todo se hace prácticamente dentro de la vorágine diaria, que da muy poco tiempo a la reflexión. Además muchos de estos productos, son transados a través de llamadas telefónicas y solo basta que alguna persona “acepte” la oferta, para que en la factura del mes siguiente, figure el monto por el servicio adicional que ha sido aceptado. Todos estas transacciones, se hacen muy rápidamente, casi al instante, pues a través de esta captación, las respectivas empresas de seguros bancarios y de telecomunicaciones, acumulan y potencian sus ingresos a costa de los muchos incautos que aceptan, sin pensar, los mencionados “productos”. Quizá, el termino producto, este mal aplicado para este tipo de servicios, pues esta palabra, esta más relacionada, con el esfuerzo y la dedicación para producir un bien que tiene la bondad de ser útil y tangible para los usuarios, tal como es por ejemplo un kilo de arroz, el pan o una silla. Todo este esquema de captación de clientes, es realmente muy engañoso, pues toda la información sobre estos servicios, son casi de exclusiva competencia de las empresas que lo brindan.. En este caso el poder de la información no es equitativamente, compartida tanto por los potenciales usuarios y por las respectivas empresas de servicios. Esto es realmente una asimetría y por ende algo injusto, en cualquier tipo de transacciones comerciales. Creemos que estas modalidades de captar clientes por parte de las compañías que ofrecen este tipo de servicios, debe cambiar y hacerse más transparente, en beneficio de todos los usuarias. No hay que olvidar, que el dicho “el cliente tiene la razón”, debe ser seguido por todo tipo de empresas. Quizás haga falta una mayor competencia, para que los grandes grupos que dominan los negocios de seguros y de telecomunicaciones, den mejores ofertas , tanto en lo que se refiere a su calidad, costo y oportunidad. Tambien sería conveniente que las compañías reguladoras, hagan el seguimiento y vigilancia para que todo el sistema de información y control sobre estas empresas, sean el mas idóneo. Otro problema, que se plantea es cuando alguna persona que esta afiliada a uno de estos “productos”, quiere desafiliarse o cancelar los mencionados servicios. La gestión para hacer la cancelación, realmente es engorrosa y no es tan rápida como cuando alguna persona acepta tomar este tipo de productos. Quiza la demora y la forma de cancelación, tenga que ver con el animo de las empresas, para que los usuarios se desanimen en efectuar la respectiva cancelación, porque estas compañías, exigen una serie de condiciones, para efectuar la respectiva cancelación, que demora por lo menos un mes. En este lapso, por supuesto el usuario tiene que pagar por los servicios no deseados. Creemos que la cancelación de los servicios debe ser automática, tal como sucede en el momento que alguien ingenuamente se afilia a tomar algún seguro o servicio adicional en las empresas de telecomunicaciones. Es decir que se debe apostar por la paridad en el manejo y gestión entre usuarios y empresas, para que todo tipo de contratos sea lo más justo y equitativo posibles.
Por Manuel J. Villanueva

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