Tarifas telefónicas

Desde que el físico anglo-norteamericano Alexander Graham Bell, invento el teléfono en el siglo XIX, nadie pensó en las enormes posibilidades tecnológicas y comerciales de este invento, que ahora se ha convertido en el talismán de las telecomunicaciones. En la aldea global en que vivimos, es imposible estar sin un aparato telefónica en sus diversas variedades. Es decir se ha convertido en una verdadera necesidad pública y social. Pero, lamentablemente, se privilegia más el aspecto especulativo y comercial sobre los objetivos sociales y de masificación económica de este medio de conectividad. En la década de los 90 del siglo XX, en nuestro país, se privatizo las empresas estatales Entel Peru y CPT, que daban servicios de telefonía tanto a Lima como a las principales ciudades, tales como Trujillo. El precio que los españoles pagaron por estas empresas, fue in significante, pues su valor estratégico de ambas empresas, era por lo menos 9 veces más. El retorno del préstamo que hicieron los españoles a un sindicato de bancos europeos para adquirirlas, ya se ha pagado en demasía. Sin embargo las tarifas telefónicas que todos los peruanos pagamos mensualmente, son una de las más caras en nuestro continente. Esta tendencia de tarifas caras, se hace también extensiva a los otros operadores, que aparentemente, no tratan de competir en precios y servicios, como demanda las exigencias de un mercado competitivo. Son los usuarios los más perjudicados, sin que OSIPTEL, el ente regulador del estado en este ramo haga algo efectivo. Hay muchas quejas de los usuarios, contra Telefónica, pues cada mes suben en forma gradual el monto total de las facturas, por servicios de telefonía fija e INTERNET. Esta situación, puede cambiar en beneficio de los usuarios si realmente hubiera una eficaz regulación y las empresas operadoras también se dedicarían a ser más competitivas, para evitar el tácito cartel, que ahora parece existir. En nuestro país, con topografía tan accidentada y con una elevada población joven, las telecomunicaciones deben jugar un rol de intercomunicación masiva, pero a precios muy baratos que deben estar al nivel de lo que pagan los usuarios de otros países de nuestra área geográfica. Quizás la masificación de las telecomunicaciones y de otros servicios conexos tales como el INTERNET, podrían ser atractivos a precios realmente económicos. Esto lo han entendido empresarios más visionarios de otras latitudes y así están haciendo también un buen negocio. Esperamos que esto también se dé en nuestro país, en beneficio de todos los usuarios, que esperamos una real reducción tarifaria de todos los servicios relacionados con las telecomunicaciones. De esta forma se honraría la memoria del gran inventor de este medio de comunicación.
Por Manuel J. Villanueva