Moche y su plaza mayor

El pasado 1 de Mayo, coincidiendo con día de los trabajadores, se inauguro la remodelada plaza mayor del distrito de Moche, en medio de un colorido festejo popular, donde se apreciaron una serie de bailes tradicionales del rico folklore norteño, dentro de un marco de vistosos y sonoros fuegos de artificio. En la referida plaza, se puede apreciar, como puntos sobresalientes, una flamante pérgola, edificio muy tradicional, en todo pueblo costeño, construida y revestida de madera, donde se alojan una serie de hornacinas, para exhibir al dios principal de la cultura Moche, el ya mítico Ai Apaec, cuyas imágenes, aparecen en las cercanas huacas del Sol y de la Luna. Esta obra, que da prestancia a la ciudad de Moche, también aloja a una escultura, que representa a la tradicional familia mochera, conformada por el padre, la madre y un hijo, donde la madre porta un cántaro del cual brota la exquisita chica, bebida de los moches y que felizmente perdura hasta nuestros días. Esperamos que las chicherías de este pueblo, sigan produciendo esta bebida, hasta convertirla en una verdadera industria, tal como sucede con la cerveza, que es una forma de chicha pero hecha de cebada. Volviendo a la plaza mayor inaugurada, se puede apreciar que su flamante piso es de mármol y en todo el perímetro hay unas 32 bancas convenientemente distantes, para que los mocheros y sus visitantes, puedan descansar y realizar sus tertulias, propias de un pueblo con tradición. Solo faltarían sembrar árboles nativos de la zona, para darle un tono más natural a este centro citadino. Además la plaza cuenta con 19 faroles de tipo colonial, que le dan a este recinto una adecuada iluminación artificial. La arquitectura tradicional, heredada de los españoles, es que todo pueblo cuente con una plaza, que hasta tiempos cercanos se denominaba plaza de armas, pero este término, está siendo sustituido por el de mayor, para significar, que es el ombligo desde donde se origina el diseño de toda ciudad. Pero en el caso de Moche, esperamos, se incremente más la herencia de la cultura Moche, para así darle mayor riqueza histórica e identidad cultural a este pueblo, lleno de tradición, color y buena gastronomía.
En la remodelación de esta plaza, el concejo distrital de esta ciudad, dirigido por su alcalde Roger Quispe Rosales, se invirtieron alrededor de 320 mil soles. El padrino de esta plaza mayor, fue el entusiasta profesor mochero y concejal de ese consejo, Valentín Fernández Neira.
Esperamos que esta plaza, se convierta en un ágora donde se enlacen eventos musicales, danzas folklóricas, teatro, exhibiciones pictóricas y la degustación de los sabrosos platos y la rica chica mochica.
Por Manuel J. Villanueva