martes, 28 de octubre de 2014

El reeleccionismo

Las últimas elecciones regionales y municipales han confirmado una vez mas que no existen partidos políticos a nivel nacional. Ahora, hay una gran cantidad de agrupaciones que captan votos en sus regiones y tambien en otros lugares. Esto demuestra la profunda crisis política y moral que vivimos. La anomia y el desapego de la mayoría de votantes, tiene como resultado que a la mayoría de ciudadanos no les interesa quien o quienes han sido elegidos. No hay un filtro moral y critico en la mayoría de votantes. Por eso salen electos muchos personajes, de poca catadura moral y que en vez de curriculum vitae tienen un prontuario delictivo por haber hecho de las suyas con los dineros de todos los peruanos. En estos comicios han sido reelectos, para alcaldes y concejales, una serie de candidatos que son pasibles de actos de corrupción. Esta realidad ha conmovido los escaños de los congresistas y han salido con una iniciativa de impedir la reelección de presidentes regionales y alcaldes, como si con esta medida se pudiera frenar la corrupción que campea, no solo en estas instancias sino que esta incrustada en las mas altas esferas del poder político, económico, judicial, fiscal y legislativo. Por eso el congreso ha votado mayoritariamente por hacer una modificación constitucional que impide la reelección de presidentes regionales y alcaldes. Pero para que esta ley sea efectiva, todavía se requiere de una segunda votación, que será en la próxima legislatura del 2015. Esta medida legislativa es un juego de artificio para tratar de ocultar la gran corrupción que existe en todo los estamentos estatales. Con la fuerza que le da la ley quieren dejar de lado a muchos presidentes regionales y alcaldes que han realizado una buena labor en pro de sus regiones y ciudades. Si el Congreso sería coherente con la no reelección, también debería impedirse que los actuales congresistas postulen a estos cargos en las próximas elecciones del 2016. Igualmente se debería impedir la reelección de los expresidentes de la república, tal y como sucede en Mexico, por ejemplo. En este país, el presidente de la república no puede ambicionar a repetir el plato. Ademas es notoria la falta de verdaderos lideres políticos, que prediquen con el ejemplo. Tenemos solo políticos, cuya vida desordenada ocupa mucho espacio en la prensa de vez en cuando. Es que muchos medios, no quieren afectar con una noticia comprobada, que puede afectar a los potenciales candidatos a la presidencia de la república. Falta en el país, muchos periodistas, como el recientemente desaparecido Ben Bradlee, director del periódico norteamericano The Washington Post, quien era un ferviente seguidor de las noticias, pero cuyas fuentes debían ser reconfirmadas, para no pecar en la desinformación. Su postura en este aspecto le permitió descubrir el escándalo de Watergate, en que estuvo envuelto Richard Nixon. La publicación objetiva y comprobable, hecha bajo el auspicio de Bradlee, obligo al entonces presidente de EEUU a renunciar a su alto cargo. Con su forma de proceder Ben Bradlee, cambio definitivamente la forma de hacer periodismo de investigación en todo el mundo. Este tipo de periodistas y de periodismo se requiere con mucha urgencia en nuestro país. En el aspecto político, hay un gran referente de liderazgo, en la figura del todavía presidente uruguayo Jose “Pepe” Mujica, quien vive como si no fuera presidente de su país, porque no ha dejado su rancho y su viejo Volkswagen. Este personaje plantea “que se debe espantar a todas las personas que ven en la política una forma de robar y hacerse ricos”. Este aserto es contundente porque lo dice un político que siempre predica con el ejemplo. Por eso la ley de la no reelección de presidentes regionales y alcaldes tiene una clara intencionalidad política y es tiempo de impedir que se siga con este acto a todas luces ilógico y falto de ética. Si se quiere la no reelección tiene que ser para todos los políticos que tengan ambiciones reeleccionistas. Pero lo que en realidad se requiere es que haya una verdadera reforma política, para que la gran mayoría de la opinión pública, se interese en hacer política y que esta reforma fortalezca a los futuros partidos políticos, de todas las tendencias, porque estos son la base de todo sistema democrático. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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